Lunes negro, muy negro, en las bolsas. El agravamiento de la epidemia de coronavirus y el desplome de los precios del petróleo por el choque entre Arabia y Rusia han tumbado los mercados bursátiles. El Ibex 35 español se ha desplomado un 7,96%, hasta los 7.708 puntos, en la que se ha convertido en la cuarta peor sesión de su historia.

El Ibex sólo sufrió mayores caídas con el referéndum del Brexit y con el colapso de Lehman Brothers. El derrumbe de este martes sólo es superado por el 12,35% registrado el 24 de junio de 2016 cuando se impuso en votación la salida de Reino Unido de la UE; y por las caídas del 9,14% y 8,16% que la bolsa española sufrió el 10 y el 22 de octubre de 2008, respectivamente, tras la quiebra de Lehman Brothers que alumbró la crisis financiera global.

Todos los valores del Ibex sin excepción han cerrado en negativo. Los mayores desplomes los han sufrido ArcelorMittal (-17,32%), Sabadell (-15,8%), Repsol (-15,13%), BBVA (-13,21%), Santander (-11,97%) y Mapfre (-11,03%). Con el descenso de hoy, que viene a ahondar el rojo de las últimas jornadas, la bolsa española acumula un descenso del 19,27% en lo que va de año.

El derrumbe se ha extendido por todas las bolsas europeas, en pleno nerviosismo por el impacto económico del coronavirus y por el temor al impacto de la guerra de precios en el petróleo. Todos los grandes índices europeos han cotizado en pánico, con caídas del 7,7% en Londres, del 8,39% en París, del 6,79% en Fráncfort y del 11,17% en Milán.

El derrumbe de las bolsas en paralelo del desplome histórico del precio del petróleo. El doble shock provocado por el frenazo económico que se espera por el coronavirus y la falta de acuerdo entre la OPEP y Rusia para reducir la producción y sostener el precio ha provocado descenso de hasta el 30% a lo largo de la jornada -la mayor caída desde la Guerra del Golfo de 1991- y han hecho que el crudo pierda la mitad de su valor sólo en lo que va de año.

El barril Brent, el de referencia en Europa, ha llegado a caer este lunes un 31%, hasta rozar los 31 dólares, su menor precio desde finales de 2016, aunque luego ha contenido su caída hasta el 20%. Y el barril West Texas, de Estados Unidos, ha llegado a registrar un desplome aún mayor, con una caída del 34%, quedándose en el entorno de los 27,3 dólares.

El pánico en los mercados es consecuencia del choque frontal entre Arabia y Rusia por el control de la producción mundial. El cártel OPEP, en el que se incluyen la mayor parte de los principales exportadores de crudo y que está liderado por Arabia Saudí, intentó la semana pasada sumar a Moscú a una estrategia para sostener los precios que implicaba recortar la producción en 1,5 millones al día. Rusia dijo no, y eso ha desatado el vendaval.

La falta de acuerdo ha abierto, de facto, una guerra de precios entre Arabia y Moscú. Aramco, el gigante petrolero saudí y la mayor empresa cotizada del mundo, se ha lanzado ya a recortar precios y ha advertido que podría incluso aumentar su producción. Y el Gobierno ruso ha dado plácet explícito a sus petroleras para que exploten toda su capacidad de producción y manejen su política de precios.