El ingreso mínimo vital busca complementar los ingresos de las familias más vulnerables pero también reordenar las políticas públicas españolas. Por eso, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones estudia qué prestaciones pueden incluirse dentro de la nueva medida, como ya ha ocurrido con la prestación por hijo a cargo.

La ayuda por hijo a cargo se eliminará a finales de año, pero tal como ha explicado el ministro José Luis Escrivá en un webinar organizado por Esade, "habrá más prestaciones que habrá que ir explorando en los siguientes meses bajo este paraguas con otras instituciones como el SEPE". Según ha indicado Escrivá, se trata de prestaciones que están "mal diseñadas" o que no son muy modernas.

Fuentes del Ministerio confirman que se está produciendo esa evaluación pero no precisan a qué prestaciones hacía referencia Escrivá. Con todo, la norma publicada en el Boletín Oficial del Estado, reza que "la puesta en marcha del ingreso mínimo vital exigirá también una progresiva reordenación del conjunto de ayudas estatales cuyos objetivos se solapan con los de esta nueva política".

Desde que se empezase a hablar del ingreso mínimo vital -un compromiso recogido en el acuerdo de Gobierno y adelantado por la crisis del coronavirus y sus consecuencias económicas- Escrivá siempre ha defendido que la parte más complicada ha sido el cruce de datos entre Hacienda, Seguridad Social y Trabajo. Por eso, una vez se han definido hasta 14 tipos de familia, resulta más sencilla una reordenación de las políticas sociales articuladas a través de las distintas administraciones.

Esta reordenación podría suponer la eliminación de otras prestaciones cuyos beneficiaros cumplen los requisitos para acceder al ingreso mínimo vital. Las previsiones son que llegue a 850.000 hogares y que el 30% de los beneficiarios sean menores.

Pensiones

Preguntado por otra de las competencias del Ministerio, las pensiones, Escrivá ha insistido en que se debe trabajar en avanzar la edad efectiva de jubilación. "Nuestra edad de jubilación ya es de 67 años y estamos en una edad efectiva de jubilación de 62 años", ha dicho el ministro.

No es la primera vez que el titular de Seguridad Social habla de incentivos para alargar la edad de jubilación. Escrivá considera que hay que poner en marcha mecanismos que fomenten retrasar la salida del mercado laboral.