Brasil es desde hace algunos años el mercado más importante para Santander y este pasado trimestre ha sido uno de los negocios en los que menos ha notado el impacto de la pandemia. Pese al Covid-19, este mercado ha sumado un beneficio similar al obtenido por Santander en España, Reino Unido, Santander Consumer Finance y Portugal en el primer semestre del año y el banco confía en que siga siendo el principal origen de sus ganancias pese a las malas perspectivas macroeconómicas que sobrevuelan a Brasil.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) no tiene muy buenas perspectivas respecto a este país. En su última estimación sobre el Producto Interior Bruto (PIB) global, publicada el pasado junio, otorgó a Brasil la estimación de que su economía se contraerá un 9,1% en 2020 (frente al crecimiento del 1,1% que obtuvo en 2019), aunque avanzará un 3,6% en 2021. Eso si las cosas no se complican, pues Brasil es uno de los países a los que más está afectando la pandemia.

Con todo, en el primer semestre continuó siendo uno de los mercados que más tiró del beneficio de Santander.

Su filial brasileña obtuvo un beneficio de 995 millones de euros, lo que supone un 17% menos que el registrado un año antes. La caída ha sido más leve que en negocios como España (-64%), Santander Consumer Finance (-26%), Reino Unido (-76%), Portugal (-39%) o Estados Unidos (-56%).

El banco ha decidido actualizar este trimestre el valor de sus filiales y los activos fiscales diferidos (conocidos en el argot financiero como DTA por sus siglas en inglés), lo que le ha llevado a anotarse un cargo extraordinario de 12.600 millones de euros. En Brasil, las dotaciones por el impacto económico de la crisis sanitaria subieron un 60%.

A pesar de este sacrificio, la entidad ha conseguido salvar los muebles en algunas filiales. "[En Brasil] El negocio ahora está operando en niveles de actividad del 65%-80% en el mundo de particulares y casi igual en el mundo de las empresas. Estamos ganando cuota en el país [es de casi el 11% en préstamos y depósitos] y seguimos siendo muy optimistas sobre Brasil", explicaba José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, el martes en la presentación de resultados ante los medios.

En el banco, además, creen que en el futuro la filial irá a más. "Hemos tenido una dinámica muy buena los últimos años y tenemos posibilidades de seguir generando crecimiento", añadió el banquero con optimismo sobre la filial. Y eso que, como el propio Álvarez explicó, el banco trabaja con las estimaciones del FMI, que consideran a la brasileña la séptimo economía que lo pasará peor este año.

Cheque especial

La filial brasileña registró un margen de intereses de 4.083 millones de euros en el primer semestre, lo que representa una caída del 17% respecto al mismo periodo del año anterior (4.979 millones). Este margen se vio en parte impactado por el cambio en la regulación del cheque especial, un producto similar al descubierto que permite a los clientes utilizar crédito para emergencias.

"El tipo de interés era muy elevado y el regulador puso un límite a este tipo. Empezamos a reducir nuestra presencia en este producto", explicó Álvarez durante la presentación de los resultados a los analistas, en la que añadió que el producto tiene un coste del riesgo muy elevado.