Madrid y Barcelona, las dos grandes ciudades españolas, tienen un gran número de tiendas y bares clásicos. Sin embargo, esa lista no ha dejado de menguar en los últimos años. La crisis económica de 2008, el boom del turismo y la gentrificación son algunos de los factores que han llevado a tenderos y comerciantes de toda la vida a tener que cerrar la persiana para siempre.

Ya no se puede tomar el té en el local de Embassy de Paseo de la Castellana, las máscaras de Arlequín acumularán polvo en cajas y donde antes estaba la meca de la modernidad de Barcelona ahora hay un Mango. A continuación, una lista con algunos clásicos de Madrid y Barcelona que han echado el candado.