Este miércoles daba comienzo el juicio entre Andrea Orcel y el Banco Santander, pero el encuentro deberá esperar. El juzgado de primera instancia número 46 de Madrid ha suspendido la vista oral, prevista para este 10 de marzo, por un positivo en coronavirus.

De momento, no hay nueva fecha, a la espera de los procedimientos sanitarios. En la vista está previsto que comparezca la presidenta de la entidad, Ana Botín.

El proceso responde a una demanda del banquero al Banco Santander por dar marcha atrás en su fichaje como consejero delegado. Orcel ya había abandonado su puesto como directivo en UBS y acusa al Santander de incumplir un contrato.

La entidad que preside Botín, por su parte, argumenta que el documento estaba condicionado a varios requisitos que no se cumplieron y añade que Orcel grabó conversaciones privadas sin consentimiento.

Con el fin de compensar el "bonus" pendiente en su anterior puesto como ejecutivo del UBS, el Santander estaba dispuesto a entregarle acciones de la propia entidad por un máximo de 35 millones, aunque la idea era que se redujera en la negociación con el banco suizo.

Pero el banquero, señalaba el Santander en su escrito de alegaciones, nunca tuvo intención de que UBS asumiera parte de sus incentivos.

Así, sostenía la entidad española, aunque el italiano les pidió ayuda para redactar una carta instando a UBS a asumir la mitad de la retribución diferida, no consta que ésta se enviara.

De igual modo, el banco presidido por Botín ha venido defendido que Orcel aumentó sus pretensiones y expresó la necesidad de compensar una nueva y supuesta pérdida retributiva por su salida de UBS en concepto de la no percepción de dividendos e intereses, que estimaba en unos 3 millones de euros.