El final del mes de marzo será clave para que la economía española termine el primer trimestre con crecimiento. Después de un mes de febrero en el que se ralentizó la economía a causa de las restricciones derivadas de la tercera ola de contagios, los economistas esperan que el consumo durante la Semana Santa, que coincide con el cierre del mes, defina si España inicia su recuperación o se mantiene en terreno negativo.

En febrero, el índice de precios al consumo (IPC) cerró en una variación interanual del 0,0%, un síntoma de “debilidad económica”, apuntó la CEOE la semana pasada. Se trata de una cifra inferior en cinco décimas a la registrada en enero y que el Instituto Nacional de Estadística (INE) atribuye al abaratamiento de la electricidad. Así, el terreno que los precios habían recuperado en enero, volvió a reducirse en el segundo mes del año.

Los datos de consumo de febrero también empeoraron con respecto a enero de este año y desde CaixaBank Research alertaban de que había que “remontarse al mes de noviembre para encontrar unos datos agregados de consumo similares”. En el empleo los datos no fueron mejores, España superó los 4 millones de parados y cerró el mes con la peor cifra de desempleo juvenil de toda la crisis del coronavirus.

Por ello, si los economistas barajaban que el primer trimestre cerrase plano o con un leve crecimiento, el pasado viernes la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, reconocía la ralentización en el primer trimestre, lo que podría llevar a la economía española a terminar marzo con un decrecimiento del PIB, frente a la “intensa” recuperación del último trimestre de 2020. “Marzo se presenta como un mes clave para discernir si se confirma este paso atrás o si, por el contrario, el primer trimestre de 2021 cierra con registros similares a los del cuarto trimestre de 2020”, añadían desde CaixaBank Research.

Semana Santa 

Los datos de la división de estudios de la entidad bancaria señalan que se ha producido una mejora significativa con respecto a los datos de febrero. Por ello, las esperanzas están puestas en la Semana Santa. Sin embargo, las restricciones de movilidad acordadas por las comunidades autónomas pueden suponer una piedra en el zapato y lastrar el consumo privado.

No obstante, algunas regiones han moderado sus restricciones esta semana y se prevé una reactivación de la actividad económica a medida que se amplían horarios de la restauración o se eliminan algunos confinamientos perimetrales. En el caso de Madrid, la Hostelería prevé un aumento del 20% en el consumo en la región con una facturación extra de 15 millones de euros.

La herramienta de previsión del PIB en tiempo real de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estima una caída del 1,4% para el primer trimestre de este año.