Pesetas en maletas. En fundas de plástico, bien selladas con celo. Pesetas en cajitas con objetos personales, pesetas atrapadas en álbumes de fotos y presentadas tal cual en la ventanilla del Banco de España, ante la atónita mirada de los funcionarios. Pesetas en pequeños monederos y en puños cerrados. "¿Pero tengo que cambiarlas, o las puedo conservar? ¡Es que este era mi primer sueldo!". "A mí me gusta guardar una de cada denominación y emisión, ¿qué hago?". "¡Es que son tan bonitas!".

El fin de la peseta, finalmente, ha llegado. Ya es cuestión de horas: el miércoles 30 de junio, inclusive, será el último día en que los poseedores de monedas y billetes de la divisa que acompañó a los españoles desde 1868 a 2001 podrán cambiarlas por euros. No es obligatorio, aunque algunos lo hayan creído así, pero lo que tienen claro es que no habrá más prórrogas, treguas, plazos extra, beneplácitos. Se acabó.

Son días de emoción en las sedes del Banco de España. Helena Tejero, directora del Departamento de Emisión y Caja del supervisor español, cuenta a El Independiente que hay rifirrafe entre los empleados que atienden al público por trabajar esa último (e histórico) día. "El otro día estuve una hora sentada rompiendo los plastiquitos en los que traía envueltas las monedas una señora", explica entre risas, consciente de que serán jornadas que recordarán "para siempre".

"Hay gente que se ha vuelto con la maleta entera a casa, porque muchas no estaban en circulación en 2002, el último año que cambiamos", cuenta Tejero. Pero los trabajadores no solo rememorarán las curiosidades, sino también la mayor carga de trabajo de estos días. El Banco ha aumentado la plantilla en su zona de operaciones específicamente para agilizar los cambios de moneda, y también ha habilitado un "sistema rápido" de entrega del dinero para su recuento y abono posterior en la cuenta corriente del ciudadano, pero la avalancha ha ido a más con el paso de los días.

Mientras que lo normal estos últimos meses estaba siendo atender a menos de 200 personas al día, el pasado lunes acudieron 400 y el miércoles, 750. Este viernes, los ciudadanos hacían horas de cola en la sede central del organismo. "Todo está siendo muy de golpe, la verdad es que nos ha sorprendido la velocidad con la que ha crecido la afluencia, es espectacular. Hoy [por el viernes] el patio de operaciones del Banco está colapsado", explica la portavoz.

Sobre todo, los ciudadanos portan monedas, y algunos vuelven a casa solo con un euro o 40 céntimos. Sin embargo, de media los españoles están llevándose unos 170 euros. En noviembre del año pasado, el último mes para cambiar antes de que se decidiera ampliar el plazo, salían del Banco con unos 340 euros. En total, la semana pasada el supervisor cambió más de un millón de euros en toda España, frente a los 200.000 euros semanales de principios de año, en otra señal del "efecto llamada" que está produciéndose.

Más de 1.500 millones de euros perdidos

Pese a ese buen ritmo, no llegarán a recopilarse todas las pesetas que están oficialmente en circulación. En total, se ha cambiado el 96,8% de todo el valor de los billetes y monedas en peseta que había a finales de 2001, cuando comenzó a circular el euro, según los últimos datos publicados por el Banco de España con fecha del 30 de mayo. En una cifra que en la institución consideran bastante alta.

Pero si se consiguiese recopilar todas las pesetas que quedan, serían las suficientes para repartir 31 euros a cada español. A finales de mayo están "pendientes" de canjear 263.888 millones de pesetas, el equivalente a 1.585 millones de euros (en abril, la cifra era de solo un millón más), por lo que, sin duda y aunque la afluencia aumente mucho más la próxima semana, más de 1.550 millones se habrán esfumado al terminar el plazo.

Se trata de dinero que perderá su valor para siempre. Aunque es algo que no afecta a la economía española ni sus números, puesto que se tiene en cuenta que es algo que puede suceder y se llevan a cabo los cálculos oportunos, lo que sí permanecerá en el misterio es dónde quedado todo ese dinero.

En el Banco valoran todo tipo de sitios: en las casas de turistas extranjeros que las guardaron de recuerdo, en los fondos de millones de coches, en las alcantarillas. Billetes extraviados, que se volaron, quemaron o destruyeron accidentalmente de mil maneras, en lavadoras, en el mar… Es algo que entienden como normal y lógico. "Ya hemos tomado medidas oportunas para que esto no afecte a nuestro balance. No tiene ninguna implicación", tranquiliza la directora del Departamento de Emisión y Caja.

Las cifras

18 años después desde que empezase a circular el euro, diferenciando entre billetes y monedas, quedan pendientes de cambiar 133.275 millones de pesetas en billetes (800 millones de euros) y 130.613 millones de pesetas en monedas (785 millones de euros).

En el año 2020 los españoles canjearon unos 2.329 millones de pesetas en billetes (14 millones de euros) y 831 millones de pesetas en monedas (5 millones de euros). Respecto a enero de este año, el número de pesetas se redujo en apenas un millón (de billetes).

El euro y la peseta convivieron tres meses desde el 1 de enero de 2002, cuando comenzó a circular el euro en el bolsillo de los españoles, hasta el 31 de marzo del mismo año, y, desde entonces estableció un periodo de canje de las monedas y de los billetes en pesetas en las oficinas bancarias que termina este martes.

Aún se pueden cambiar: 1 peseta equivale a medio céntimo de euro

Quienes aún cuenten con pesetas sin cambiar -no deben ser pocos, a la vista de la cantidad restante- aún pueden canjearlas a euros hasta este miércoles, 30 de junio, en la sede central del Banco de España (calle Alcalá, 48, Madrid) o en cualquiera de las 15 sucursales que tiene el organismo en todo el territorio nacional (A Coruña, Oviedo, Bilbao, Barcelona, Valladolid, Zaragoza, Palma de Mallorca, Badajoz, Valencia, Alicante, Murcia, Sevilla, Málaga, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife). No hay límite cuantitativo para ese cambio.

El tipo de cambio es el siguiente: una peseta equivale a 0,006 euros, o, al revés, un euro equivale a 166,386 pesetas. Pero ojo, aunque no se tiene en consideración aspectos como la antigüedad o el estado de los billetes y monedas de peseta (siempre que los billetes no estén a la mitad o menos), solo se aceptan monedas que estaban en circulación el 1 de enero de 2002, junto a las monedas de colección, conmemorativas y especiales.

Desde el Banco de España recomiendan llamar a su teléfono (91 338 50 00) a todos aquellos que tengan dudas, remarcando que solo se pueden cambiar todos los billetes y monedas emitidos con posterioridad a 1939. Para los billetes emitidos entre 1936 y 1939, durante la Guerra Civil, es necesario que los expertos del Banco de España realicen un análisis previo.

El horario de atención al público es de lunes a viernes laborables de 8.30 a 14.00 horas. Las personas que quieran realizar el canje deberán acudir provistas de DNI, pasaporte o tarjeta de residencia y respetar las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades sanitarias.