España contaba con 50.000 peluquerías antes de que estallase la pandemia. Este junio quedaban 35.000. El 30% ha cerrado en un año y tres meses, mermadas por la crisis económica que ha seguido al virus. Pero los afectados claman que no se trata solo de una cuestión pandémica, sino fiscal, porque los establecimientos de peluquería y estética están pagando el tipo de IVA más alto (del 21%) a pesar de estar considerados servicios de primera necesidad por lo que consideran un rifirrafe político.

“En septiembre de 2012 el Gobierno de Rajoy estaba en una situación muy complicada, veníamos de años arrastrando la crisis y España estaba al borde ser rescatada por la UE. Entonces, Rajoy acometió una reforma fiscal y revisó los tipos de IVA reducido y general, y pidió a algunos sectores cambiar el tipo que utilizaban”, cuenta José Luis Azañón, peluquero y portavoz de la Alianza por la bajada del IVA al 10% en las peluquerías.

Otros sectores que se vieron afectados por la misma medida, como las funerarias, floristerías y el sector de la cultura (el famoso "IVA cultural") han recuperado, de nuevo, el IVA reducido (10%), pero el de las peluquerías es “el permanente olvidado”, lamenta Azañón. El peluquero tiene una cadena llamada Rizos, con 7 salones propios, 6 franquicias y 5 corners de productos en tiendas Sephora en diferentes ciudades españolas. Hoy por hoy emplea al 50% de la plantilla con la que contaba en marzo de 2020 y factura un 40% menos que en 2019.

Es una situación generalizada: según una encuesta llevada a cabo en el sector en junio y respondida por 2.500 establecimientos, el 50% de las peluquerías asegura que se verá abocado al cierre en seis meses si no recupera el IVA reducido. Se trata, además, de un sector donde predominan las micropymes, con la excepción de algunas multinacionales “que crecen vía franquicia, con lo cual también son pymes”, explica el portavoz. Asimismo, domina el autoempleo: el 60% de las peluquerías que quedan abiertas solo tienen un trabajador.

“No somos un sector interesante para sindicatos, no somos un sector de gran volumen, con lo cual no tenemos representación en la CEOE y tenemos tres patronales, eso también nos genera debilidad”, indica Azañón. Por eso han creado la Alianza, para impulsar “una voz única del sector”. Hoy día, la agrupación aglutina al 95% de las asociaciones de peluquería y estética que existen en España.

El PSOE: de apoyarlos en la oposición, a olvidarlos en el Gobierno

Las peluquerías españolas no olvidan que, cuando el Gobierno del PP les cambió el IVA del reducido al general, el PSOE, entonces en la oposición, apoyó y solicitó en repetidas ocasiones la restitución de su IVA. En concreto, lo hizo así en abril de 2018, poco antes de la moción de censura que alzó al poder a Pedro Sánchez.

Ya entonces, los socialistas clamaban que los servicios de peluquería, manicura, pedicura, depilación y los tratamientos de acné y psoriasis que se ofrecen en estos centros de estética no podían contar con un IVA general. Hasta llegaron a presentar ante la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso de los Diputados una Proposición no de Ley (PNL) para la bajada del IVA al tipo reducido de las peluquerías.

Lo hacían, aseguraron, en pro de la estabilidad y el mantenimiento del empleo. Pero cuando el PSOE llega al poder, "empezaron las excusas" que han terminado con el veto del Gobierno a la rebaja del IVA que ya estaba aprobada por el Senado. “Sí, lo vamos a hacer, pero dejadnos situarnos”, cuenta el portavoz que les decían. “‘Es que la UE está con complicaciones con el IVA reducido’”, prosigue. Después, llegó la pandemia, y los “no es el momento de hacer un esfuerzo fiscal”.

Finalmente, este junio el PSOE vetó la rebaja del IVA para los servicios de peluquería que había aprobado previamente el Congreso. “Es una barbaridad que el Gobierno cuando no le gustan las leyes que son votadas y aprobadas diga ‘pues lo veto’. Es gravísimo”, lamenta el portavoz del sector.

Las peluquerías entienden el rechazo del Ejecutivo como una cuestión de ahorrarse dinero… pero el sector clama que este junio encargó un estudio a Stanpa que apuntaba en el sentido contrario. La investigación concluyó que no acometer la aclamada rebaja del IVA provocará el cierre de 17.000 peluquerías terminará perjudicando a las arcas del Estado en 140 millones por los impuestos que dejará de ingresar y también los trabajadores que irán al paro, y las menores cotizaciones a la Seguridad Social. En el marco de sus protestas, el colectivo ha solicitado una reunión con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que espera que se produzca este mes.