La crisis que azota al comercio mundial está obligando a las empresas a replantear sus cadenas de suministro con el fin de evitar el desabastecimiento y reducir la dependencia de los mercados asiáticos. El colapso del tráfico marítimo y la subida del 325% del precio de los fletes de contenedores ha hecho que algunas compañías busquen vías alternativas de transporte como el avión. Otras, en cambio, han optado por cambiar de materiales o adelantar las compras de los productos.

En el sector de la alimentación, una compañía como Campofrío confiesa haber tenido que revisar sus políticas de aprovisionamiento en los últimos meses. "Sobre todo ciertos materiales que hemos tenido dificultad para encontrar en mercado local, hemos hecho ampliación de stock y hemos homologado materiales alternativos", explicaba esta semana el CEO de la compañía, Javier Dueñas, en el 36º Congreso sobre Gran Consumo de la patronal Aecoc.

Por su parte, desde el gigante MediaMarkt también dicen haber puesto la lupa sobre su cadena de aprovisionamiento, alargando los plazos de compra para anticiparse a la explosión de demanda que se prevé para la navidad. "En términos de producto, trabajamos desde antes del verano con todos los proveedores y la industria y nos están dando información muy de cerca sobre la situación", comentaba el director de compras de la empresa en España, Samuel González.

El pico de consumo que hay en el mercado asiático tras el control de la pandemia y, sobre todo en China, está favoreciendo que el gigante asiático priorice el autoconsumo. Y el atasco en los puertos del sur de ese país todavía no se han solucionado y pueden ir a peor si todas las compañías elevan la demanda para intentar garantizar el suministro de cara a las próximas fechas.

"Si antes te valía con 8 o 10 semanas para planificar algo, ahora necesitas 20 o 25 semanas. Desde antes de verano estamos trabajando este tema", remarcaba el directivo de MediaMarkt. Sin embargo, pese a ese refuerzo de la planificación de compras, González no descartaba que "algún producto icónico pueda faltar" en un determinado momento de la campaña navideña o el 'black-friday' o que haya "tensiones de plazos" que puedan retrasar la llegada de algún elemento específico.

Leroy Merlin: cadenas de suministro más cortas

Hay casos concretos como el de Leroy Merlin, que lleva años aplicando una política de búsqueda de proveedores cada vez más locales o próximos a Europa. La compañía líder en distribución de productos de reforma y decoración del hogar asegura tener garantizado el suministro en la recta final de año pese a las tensiones del mercado internacional.

"Hemos tratado de cambiar las fuentes de suministro hacia cadenas más cortas. Estamos teniendo un desplazamiento hacia proveedores europeos y españoles y el 84% de nuestras compras se realizan en la Unión Europea y España", explicaba el director de mercados de la compañía, Eduardo Nussio.

Fuentes de la empresa aseguran que la madera, la cerámica, los elementos impermeabilizantes, los materiales de construcción o las pinturas se fabrican fundamentalmente en territorio comunitario, mientras que proceden de fuera de nuestro país sobre todo el segmento del sanitario pesado, inodoros, lavabos, grifos, mamparas y piscinas.

Cambios en el origen de las prendas

Por su parte, el sector del textil también es uno de los más afectados por la crisis del suministro. De hecho, el 70% de las empresas españolas de moda han realizado cambios relevantes en su producción, según se recoge en la undécima edición del Barómetro Veepee-Modaes.es de Empresas de Moda en España.

La decisión que más han tomado las compañías ha sido la de cambiar el origen de sus prendas. Un 38% de las empresas admiten que, desde que arrancó la pandemia, han empezado a apostar por la producción en entornos más cercanos. Además, entre otras acciones, un 21% de las empresas ha optado por reducir el número de unidades producidas.

Otro 17% dice haber llevado a cabo una renegociación global con sus proveedores y un 14% ha puesto nuevas condiciones en términos de plazos y de pagos. Durante el último año y medio, un 10% de las empresas han optado por reducir el número de proveedores con que trabaja para conseguir una relación más estrecha con ellos.