El Comité Confederal de la Unión General de Trabajadores (UGT) y la dirección de Comisiones Obreras (CCOO) han aprobado por unanimidad la propuesta de reforma laboral que el Gobierno presentó este miércoles, según han confirmado desde ambos sindicatos.

Los empresarios, representados por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), ya comunicaron esta mañana su visto bueno a la reforma laboral de Yolanda Díaz, aunque precisaron que aún están a la espera de recibir un texto definitivo.

El texto que el Ministerio de Trabajo puso sobre la mesa este miércoles, y que ya buscaba que empresarios y sindicatos decidiesen si lo avalaban o si no lo suscribían, recupera la prevalencia de los convenios de sector sobre los de empresa y la ultraactividad, de forma que los convenios colectivos se prorrogarán hasta que sean sustituidos por otros nuevos, sin un límite de tiempo.

También incluye que a las contratas y subcontratas se les deberá aplicar el convenio del sector de la actividad realizada, otro punto clave que había provocado discrepancias con los empresarios. Además, busca potenciar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para evitar despidos colectivos y crea unos nuevos ERTE estructurales, denominados Mecanismo RED, con los que las empresas tendrán acceso a beneficios como los que han recibido durante la pandemia.

"Recuperamos derechos"

Tanto CCOO como UGT han manifestado, en un comunicado conjunto, su alegría con respecto al acuerdo. "Por primera vez en democracia, se acomete una modificación del calado que supone este acuerdo, no a favor de las pretensiones de la empresa, sino de la clase trabajadora. Aquí recuperamos derechos", han sostenido.

"Recordemos que, de las seis reformas laborales acometidas en el siglo XXI, solo una lo fue por consenso, la de 2006, -y tres de ellas, 2002, 2010 y 2012- motivaron la convocatoria de huelga general por parte de las organizaciones sindicales. Esta mirada retrospectiva, da valor al acuerdo alcanzado y también al hecho que sea el primero en décadas que sea de carácter tripartito", han valorado.

Las organizaciones sindicales han afirmado que los avances "son claros" con respecto a los tres objetivos que se habían marcado a la hora de abordar la reforma, esto es, la recuperación de la negociación colectiva, la lucha contra la temporalidad y avanzar en la estabilidad en el empleo.

"Sin duda quedan cuestiones pendientes porque no han sido abordadas en esta fase de la negociación. Pero el acuerdo merece una valoración muy positiva, sin dejar de afirmar nuestra voluntad de seguir avanzando en el marco del Diálogo Social para consolidar plenamente un empleo con derechos y de calidad en nuestro país", han opinado.

La nueva reforma laboral deja fuera cuestiones que introdujo la de 2012 como los 44 días de indemnización por año trabajado si el despido era improcedente, que existían antes de la reforma de Rajoy, entre otras cuestiones que el Gobierno no ha aceptado modificar.