Las personas mayores de 60 años tienen en su posesión casi 500.000 millones de euros en depósitos bancarios. Una cifra que se ha visto incrementada gracias a la pandemia, puesto que con el menor ritmo de gasto derivado de las restricciones, los españoles de avanzada edad no han podido gastar sus ahorros mientras seguían cobrando sus salarios y prestaciones, la gran mayoría procedentes de las pensiones.

Una cantidad indispensable para la banca procedente de los más veteranos ya que dispone de la suficiente liquidez para poder operar con normalidad día a día. Un grupo, el de los de más edad, que se siente desplazado por las entidades financieras debido a la brecha digital y el cierre de oficinas, que pone en peligro la interacción de los clientes menos adaptados a la tecnología y las compañías financieras.

De acuerdo a los datos ofrecidos por el Banco de España, el nivel acumulado en depósitos alcanzaba los 958.900 millones de euros a finales de 2021, un nuevo máximo histórico. Supone un 4,5% más respecto al dato registrado en diciembre de 2020, que ya entonces fue otro récord nunca visto. Si bien el organismo hace cinco años que no actualiza  los datos de ahorro por edades, un estudio realizado por CaixaBank Research asegura que “más del 50% de los ahorros generados en la pandemia pertenece a los mayores de 60 años”. Es decir, que atendiendo a los datos recopilados por el centro de estudios de la entidad y las cifras del Banco de España, este grupo atesora más de 400.000 millones de euros en liquidez.

El mismo estudio revela que durante el último año y medio, los adultos poseen un tercio de los ahorros acumulados mientras que los jóvenes, apenas tienen representación. "Las personas mayores estuvieron sujetas a las mismas restricciones que el resto de grupos demográficos, pero el impacto en su poder adquisitivo fue menor”, asegura dicho estudio.

Menos ahorro

La crisis del coronavirus, que paralizó gran parte de la actividad económica durante muchos meses ,hizo que la acumulación de dinero de los hogares españoles aumentara en 60.807 millones de euros en 2020 (126,6%) hasta superar el 14,7% de su renta bruta disponible, 6,6 puntos porcentuales por encima de la media de las últimas dos décadas. España fue el país de la eurozona que registró un mayor incremento de la tasa de ahorro de las familias en la primera mitad de 2020, según el último estudio realizado por BBVA Research.

No obstante, el encarecimiento de la vida y el levantamiento de las restricciones produjeron el efecto contrario durante el 2021. Según se desprende del II Estudio de Asufin sobre la situación financiera de España, el 66% de los españoles ahorraron menos que en 2020. En el estudio se explica que se produce una caída importante de los españoles que ahorraban más mientras que un 14% de los encuestados por Asufin se mantiene igual, consigue ahorrar, pero no aumenta su capacidad para hacerlo. La mayoría, un 39% declara que no consigue ahorrar, lo que supone una ligera caída del 1,3% con respecto al año anterior cuando esta cifra se situaba en un 40,3%.

Una brecha digital para unos clientes importantes

Para entender la importancia de los mayores para las entidades bancarias basta con repasar los datos. Según un estudio realizado por Banco Santander en España, nueve millones de personas pertenecen al llamado colectivo senior (más de 65 años); una cifra que está prevista que se duplique en unos 40 años. La práctica totalidad de este nicho son clientes de bancos o entidades financieras.

Con el cierre de oficinas (4.500 menos durante la pandemia), y ante el desconocimiento de las herramientas tecnológicas que ofrece la banca, estas personas quedan prácticamente fuera del asesoramiento bancario. Para un 83% de las personas mayores (más de 65 años) en España, la atención personalizada es el canal preferido a la hora de realizar gestiones bancarias, mientras que internet y la atención telefónica se sitúan como los peores, según el Informe Mayores UPD ya que el 77% de estos clientes no son usuarios de banca en línea o de aplicaciones similares.

La mayor dificultad por encontrar una entidad bancaria a la que acudir para resolver las dudas de los clientes más veteranos ha desatado una ola de reivindicaciones y de protestas durante las últimas semanas. De hecho, esta situación ha saltado a la política y el propio Pedro Sánchez dijo que permanecerá “vigilante” ante la atención bancaria de nuestros mayores. "Esto es algo que hemos planteado al sector financiero y se han comprometido a mejorar ese servicio y esa atención al cliente. Vamos a estar vigilantes y ese servicio lo tenéis", dijo el presidente del Gobierno en un encuentro con jubilados en Alcalá de Henares.

La banca mueve ficha

A pesar de que el cierre de oficinas es un hecho, suponiendo contratiempos para aquellas personas dentro de la llamada brecha digital, la banca española intenta acercar la tecnología a esta parte de la población para que sean atendidas.

Por ejemplo, Banco Santander lanzó un proyecto interno para promover la autonomía y digitalización de los clientes mayores de 65 años, bajo un paquete de funcionalidades que se adaptaban a sus necesidades. Dentro de esta iniciativa la entidad tiene un acuerdo que permite dar efectivo en más de 1.500 poblaciones a través de Correos. También lanzó el proyecto Pioner@,con el objetivo de ofrecerles ventajas directas como ver los últimos movimientos de la última conexión.  

Carlos Torres, presidente de BBVA, explicó durante la presentación de los resultados que su entidad “trabaja para que las oportunidades de esta nueva era no dejen a nadie atrás”, diciendo a la vez que han puesto en marcha varias iniciativas para que se reduzca la brecha digital en nuestro país.

CaixaBank, por su parte, recorre en carretera a través de oficinas móviles miles de pueblos de la España rural con banqueros que acuden en una furgoneta de grandes dimensiones para que puedan atender a los más mayores.