Economía | Empresas

Oleada de cierres en las comercializadoras de gas y eléctricas ante la nueva crisis energética

En la actualidad hay casi 600 comercializadoras que ofrecen servicios en España

Una factura del consumo de luz, a 10 de septiembre de 2021.

Una factura del consumo de luz Europa Press

La nueva crisis energética, que se inició a principios de año por la situación de pre guerra en Ucrania y que ha acabado por explotar tras la invasión de Rusia, vuelve a azotar a las pequeñas y medianas comercializadoras de luz y de gas españolas. Estas empresas que compran energía a las gigantes del sector para poder venderla a su cartera de clientes, siguen inmersas en un bucle del que parece difícil salir por el contexto en el que nos movemos. 

En lo que va de año hasta catorce compañías han tenido que dejar de operar, de acuerdo a la información que figura en el listado de comercializadoras de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Si bien no todas han tenido que clausurar su actividad por el mismo motivo, las fuentes consultadas explican que “la gran mayoría de ellas se debe a que no pueden soportar la subida de precios en la energía”.

Según el mismo portal de Competencia, a día de hoy existen más de 600 comercializadoras, la gran mayoría de pequeña y mediana entidad, que se zafan con las filiales de las grandes compañías energéticas de nuestro país como Iberdrola, Naturgy, Endesa, EDP y Repsol

Según consta en el registro de comercializadoras hasta siete empresas de comercialización de gas y otras siete de luz han dado de baja desde que se iniciara el año. En concreto, Legas Iberia, Cox Energía, Helioelec, Another Energy, Eneluz, Fusiona Soluciones y Aura Energía han dejado de operar en el sector gasístico. En cuanto al eléctrico, Luvon, Vive Energía, una de las comerciales de Cepsa (ya no dispone de clientes residenciales en España), Voltico, Enercoluz, Universal Energía y Aura Energía han dejado de ofrecer sus servicios a los clientes.

Diversos problemas

Para estas pequeñas comercializadoras, que no tienen poder para poder generar la energía que venden luego, supone unos costes muy elevados ya que tienen que depositar garantías a las suministradoras y, por otra parte, tienen que abonar por adelantado la cantidad de energía que han encargado para luego comercializar a su base de clientes.

Con el incremento de precios en la electricidad, el precio es mucho mayor. Con la subida histórica que el 'pool' ha registrado en los últimos tres meses, muchas de estas empresas han visto cómo sus márgenes son muy estrechos e, incluso, negativos por lo que se han visto obligados a echar el cierre a sus negocios. 

No es el único problema para las empresas. Las comercializadoras siguen teniendo que abonar un 21% de IVA de las distribuidoras, mientras que solo pueden cobrar un 10% a los clientes. Por tanto, tienen que asumir ese coste extra de forma temporal, hasta que Hacienda logre compensar el desequilibrio.

El fuerte incremento de los precios del gas natural y de la electricidad que comenzaron a dar signos de incertidumbre con la llegada de Filomena, es la principal razón por las que las comercializadoras energéticas de mercado libre han parado su actividad. Desde el estallido de la guerra en Ucrania, el coste del megavatio del gas se ha llegado a incrementar hasta un 70% y se han tocado los 200 euros el MW/h. Lo mismo ocurre en el pool eléctrico en los que se han pagado hasta 700 euros en algunas fases del día. 

Estos cierres, según adelantan fuentes del sector, van a seguir incrementándose ya que la clausura de comercializadoras energéticas se ha "producido semanas antes del estallido de la guerra" y avisan de que "lo peor está por llegar".

A esta cifra hay que sumarle casi otras cincuenta empresas que dejaron de operar durante 2021, fecha en la que, como se mencionaba anteriormente, los precios energéticos se dispararon.

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