Empresas eléctricas y españoles deberán repartirse los sobrecostes de ponerle un precio máximo al gas en la generación de la electricidad. Según datos del sector, se deberán pagar unos 5.000 millones de euros que deberán salir de las compañías y de los clientes ya que, a pesar de que la materia prima tenga un tope, el gas habrá que comprarlo en los mercados de igual manera.

España y Portugal lograron un acuerdo con Bruselas para que los ciclos combinados no puedan poner el precio del gas a más de 50 euros. Esta cifra se traducirá, según las previsiones que maneja el sector eléctrico, en unos 110 euros por megavatios en la tecnología de ciclos combinados, propulsados por gas.

Pero, por culpa de la guerra de Ucrania, la materia prima se ha disparado y, por ejemplo, a cierre del mercado del 27 de abril el MWh de gas se situaba en 90 euros. Es decir, que hay 40 euros que se deberán pagar sí o sí a los proveedores gasísticos. Esta diferencia es la que los españoles y empresas gasísticas deberán abonar.

De momento, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha dado a conocer cómo será la fórmula escogida para abonar dicha diferencia. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera y su equipo, han trabajado en diferentes fórmulas. La primera de ellas era la de abonar la compensación ‘ex post’ vía presupuestos generales, en las que se sacaría una cantidad determinada que iría destinada a las plantas que generan electricidad a través de esta tecnología. Una teoría que parece improbable.

Pero la segunda de ellas afectaría directamente a los consumidores. Fuentes gubernamentales señalan que no se descarta que sea el propio sistema eléctrico el que asuma este ajuste. Así, los clientes pagarán la diferencia entre el precio que marcará el Gobierno a las plantas de ciclo combinado y el coste real. Y todo hace indicar que así será la fórmula escogida. Pero antes de que los consumidores abonen en su recibo la cantidad estipulada, serán las compañías energéticas las que adelanten dicha cantidad.

Interconexión francesa

Otro de los puntos que ha generado más controversia dentro del sector eléctrico es el de la interconexión con Francia. A pesar de que España quería imponer un doble precio eléctrico (uno al sistema nacional y otro para la venta de electricidad a otros países), no lo consiguió y, los consumidores franceses se beneficiarán del tope del precio del gas en la electricidad.

En la actualidad, España y Francia se intercambian un 2,8%, según datos de Red Eléctrica, pero las infraestructuras permiten hasta un 8% aproximadamente. Tal y como señalan las fuentes consultadas, todo hace indicar que cuando entre en vigor la medida del tope de gas, nuestro país vecino demandará toda la energía posible ya que tendrá un precio muy inferior al que se pagará en su sistema.

Para que los usuarios franceses no se beneficien del precio de la electricidad española, que durará 12 meses, España y Francia trabajan en un sistema por el cual los clientes galos deberán pagar un canon a sus comercializadoras, según fuentes del sector.

11 millones de clientes

La medida, que permitirá frenar el contagio del alza del gas al resto de tecnologías en el mercado eléctrico durante doce meses, con un máximo inicial de 40 euros/MWh hasta una media durante todo el período de 50 euros/Mwh, será aprobada en el próximo consejo de ministros. El Ejecutivo no quiere perder ni un solo día más y pretende que en la próxima factura ya se note el impacto.

Cabe recordar que esta medida afectará a los 11 millones de españoles que se acogen a las tarifas reguladas y que están expuestos a la volatilidad del mercado eléctrico diario.