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La guerra de Ucrania revela las carencias del Ejército ruso que hacen más peligroso a Putin

Un soldado ruso en Trehizbenka (Lugansk, Ucrania) camina delante de una zeta pintada en un bindado ruso.

Un soldado ruso en Trehizbenka (Lugansk, Ucrania). EFE/EPA/SERGEI ILNITSKY

Dos meses de guerra en Ucrania han cambiado muchas cosas, las relaciones internacionales están en plena transformación, China asiste al conflicto tomando nota de cuanto acontece, de las sanciones y del comportamiento de un país que defiende su libertad. Las democracias occidentales ponen a prueba su resiliencia económica por castigar a Rusia y países como Finlandia y Suecia llaman a sus puertas de la OTAN mientras Rusia amenaza con reforzar sus defensas con armas nucleares en el Báltico.

Muchos análisis y opiniones apuntan que estamos viviendo una nueva Guerra Fría, pero la imagen de las fuerzas rusas ha cambiado mucho desde hace dos meses. La capacidad destructiva de Rusia está fuera de toda duda, pero sus fuerzas militares han quedado en entredicho por su comportamiento errático en Ucrania que se ha topado con la fortaleza del pueblo y Ejército ucraniano.

“Eso es lo que queda, la imagen no es buena y pierden credibilidad. Esto conlleva un riesgo y es que, ante el fallo, facilite una escalada hacia lo nuclear. El umbral nuclear se ha acercado ante la poca operatividad y falta de solvencia de las Fuerzas Armadas rusas. Disponer de un gran Ejército que no es capaz de obtener resultados en función a esas inversiones, acerca la tentación al mando de hacer uso de las armas nucleares tácticas”, afirma Félix Arteaga, investigador del Real Instituto Elcano y profesor del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)

Ese mando último de Rusia que se queda sin opciones para disuadir a terceros países es Vladimir Putin. “Lo que ha pasado en el norte de Ucrania es para poner en cuarentena la credibilidad de la doctrina militar y de los mandos. Y esto no es bueno porque genera dudas y crea desconfianza en el mando militar”, reflexiona Artega. “Esas unidades puestas ahora al descubierto, en la frontera de la OTAN, no dan tanto miedo como lo hacían hace dos meses. Así que cualquier acción militar va a conllevar un fracaso, porque cualquier unidad de la OTAN no es como las de Ucrania y podrían poner en apuros cualquier operativo y eso es lo que produce un aceleración de la escalada militar”, añade.

Putin y Rusia se pueden quedar, igualmente, sin opciones y acercarse al escenario nuclear “en una situación de estancamiento en Ucrania o en una situación que se invierta”. Para Arteaga cuanto peor le vaya a Putin más se acerca ese umbral nuclear.

Un soldado ruso entre las ruinas del teatro de Mariúpol bombardeado por Rusia.

Las costuras del Ejército

La “operación especial” de Moscú en Ucrania fracasó desde los primeros días mostrando unas debilidades que no se estaban teniendo en cuenta en occidente. El principal problema observado por todos los analistas consultados apunta a una organización militar con poca presencia de mandos intermedios -como sargentos o capitanes- que lideren las unidades militares con independencia y flexibilidad para adaptarse a las necesidades en combate. Esta es la razón por la que los rusos han perdido muchos generales en esta guerra, porque para movilizar las tropas el mando superior tiene que estar muy encima de la operación. Este tipo de organización es la que los aliados de la OTAN han implementado en las fuerzas militares ucranianas desde 2014, desde que asisten al país en la modernización de sus fuerzas armadas.

En esta comparativa de las fuerzas militares de Rusia y Ucrania se aprecia la apabullante supremacía de los rusos. Sobre el papel todos los analistas internacionales daban por segura la victoria rusa y pocos cuestionaron la estrategia de guerra relámpago que planteó el Kremlin para convertir el país en una aliado forzoso de Putin.

Taras Kuzio, experto en política y seguridad en Rusia, Ucrania y Eurasia del centro de investigación Henry Jackson Society de Londres señala que el mayor problema del Ejército ruso es que pertenece a un estado mafioso. “Cuando vives en un estado así la corrupción llega a todos los niveles. Rusia ha incrementado su presupuesto militar, pero de nada te sirve si se pierde, un porcentaje importante, en la corrupción”.

Muchos de esos pobres desgraciados del Ejército ruso los están matando porque alguien se quedó con dinero"

Lubomyr Luciuk,DEL ROYAL MILITARY COLLEGE DE CANADÁ

Kuzio pone algunos de los ejemplos que las fuerzas ucranianas han compartido en medios y redes de equipamiento de la época soviética, comida caducada y vehículos reforzados por los soldados con maderas. Lubomyr Luciuk, profesor en el Royal Military College de Canadá, destaca que hasta las defensas de los tanques -los bloques con forma de ladrillo que llevan en los laterales- se ha revelado, en algunos casos, que son de cartón, en vez de ser de material explosivo que evita que los disparos enemigos penetren en el tanque. “Muchos de esos pobres desgraciados del Ejército ruso los están matando porque alguien se quedó con dinero”, afirma.

Este punto puede ser objeto de exageración de la propaganda ucraniana, como considera Arteaga, quien destaca que la mayoría de los tanques rusos caen porque se producen ataques desde arriba -por donde los tanques rusos son más vulnerables- con drones como los de la unidad especializada Aerorozvidka. En este sentido los misiles antitanque Javelin, que posee Ucrania por la ayuda británica y estadounidense, también son capaces de elevarse para impactar por la parte superior de los blindados.

Tanque ruso abandonado entre las localidades ucranianas de  Okhtyrka y Trostyanets.
Tanque ruso abandonado entre las localidades ucranianas de Okhtyrka y Trostyanets.

En la configuración negativa de la imagen de las fuerzas rusas no han ayudado las imágenes de robos de bienes de los ucranianos -desde móviles a tractores y cosechadoras convertidos en botín de guerra- ni, por descontado, las evidencias de crímenes de guerra, como los perpetrados en Bucha, al norte de Kiev.

Otra carencia revelada estos meses han sido sus pobres comunicaciones. Rusia posee su propia red de satélites para inteligencia y comunicación, pero han fallado y muchos militares han usado teléfonos móviles para comunicarse con otras unidades y con sus familiares, facilitando ser interceptados por la inteligencia ucraniana que, según estos expertos, está siendo asistida por miembros de la OTAN. Esto sumado a la rigidez en el mando y al desajuste logístico de la operación inicial de la guerra explican la retirada de la caótica incursión por el norte de Ucrania que ha dejado una cifra muy alta de bajas entre los soldados rusos. 2.000 según reconoció el viernes el Kremlin fugazmente; más de 20.000 rusos caídos según Ucrania. 

Lo que sí ha quedado demostrada es la capacidad de destrucción militar rusa, pero salvo la propaganda rusa nadie cree que esa capacidad de destrucción sea útil. "Ningún experto militar te dirá que destruir casas y ciudades es efectivo. Nunca lo es, no lo fue cuando lo hicieron los nazis. Todo lo que hace es incrementar la determinación y patriotismo de aquellos que defienden", asegura Kuzio.

Descontrol del aire

Es precisamente en el espacio aéreo en donde los rusos han fallado más. Según Taras Kuzio la aviación rusa se ha revelado muy anticuada y sus cifras están muy infladas. “Creo que se ha exagerado mucho el poder militar de Rusia por los analistas occidentales. “Si Rusia dice que tiene 500 aviones de combate, es probable que 300 están desfasados y no hayan sido usados en años”. 

Caían los paracaidistas y los ucranianos les daban las gracias por los objetivos tan fáciles a los que disparar”

Lubomyr Luciuk,DEL ROYAL MILITARY COLLEGE DE CANADÁ

Según este analista el mismo problema que tienen las fuerzas de tierra para operar con independencia del mando lo han tenido las fuerzas aéreas, algo que los pocos aviones ucranianos que han entrado en combate no han sufrido, “se han podido mover con libertad atacando todo tipo de objetivos”, señala Kuzio. Pero, según apunta, la razón que ha hecho fracasar a Rusia por el aire ha sido “minusvalorar las defensas de los ucranianos, que además disponen misiles tierra aire de fabricación propia muy buenos”. Estas defensas han hecho que la participación aérea sea menor de la esperada. Cada avión y helicóptero caído de los rusos se ha convertido en una dosis de moral para los ucranianos.

Lubomyr Luciuk subraya, como ejemplo de la caótica intervención rusa, la arrogancia de soltar unidades de paracaidistas al norte de Kiev, al comienzo de la guerra, sin tener controlado el terreno. “Caían los paracaidistas y los ucranianos les daban las gracias por los objetivos tan fáciles a los que disparar”, señala. 

El Kremlin se ha preocupado mucho de informar de la llegada al frente ucraniano a mercenarios chechenos y de la empresa Wagner, pero según los expertos este tipo de soldados no son determinantes en la guerra. “No son un número muy significativo, tienen un valor más propagandístico y son eficaces porque actúan sin ningún freno moral. Los chechenos y los mercenarios de Wagner actúan militarmente, buscan la efectividad y no responden a ningún tipo de criterio moral ni de convención del derecho internacional humanitario. Por ejemplo, en la región del Donbás hay 40.000 soldados prorrusos que sí son determinantes para ganar en esta zona, los demás tienen más valor propagandístico para meter miedo a la población”, afirma Félix Arteaga de Elcano.

Putin observa una prueba nuclear en Crimea en 2020.

Errores de Putin para China

Rusia y China se han creído su propaganda del declive de Occidente víctima de los derechos LGTB, el multiculturalismo y la falta de moral".

Taras Kucio, de la Henry Jackson Society

Lo que está pasando en Ucrania demuestra muchas debilidades no sólo de Rusia sino de quienes pretendan seguir sus pasos. “La respuesta contundente de Occidente a esta guerra obliga a China a ser muy cautelosa antes de llevar a cabo planes de invasión de Taiwán”, señala Taras Kuzio. “China va a ver a partir de ahora Rusia como un hermano pequeño. Hasta ahora se ha creído la propaganda rusa de que iban a conquistar Kiev muy rápido. Pero lo que ha pasado obliga a China a reevaluar su forma de ver a Rusia”. 

Para este analista del Henry Jackson Society de Londres van a cambiar muchas cosas, “Rusia y China se han creído su propia propaganda del declive de Occidente víctima de los derechos LGTB, el multiculturalismo y la falta de moral. Occidente tiene problemas, claro, pero sus democracias son más fuertes de lo que ellos pensaban”.

Lubomyr Luciuk va más lejos en su análisis: “Creo que es una potencia regional, que Rusia es como el viejo cuento sobre el traje del emperador que dice, mira que bonito y caro es mi traje y él está desnudo. Y todos dicen: qué vestido más bonito, señor”, asegura Luciuk. 

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