CaixaBank ha provisionado 214 millones de euros por la guerra en Ucrania. El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, ha asegurado que “no podemos infravalorar la repercusión” del conflicto. No obstante, confía en que la invasión no marque el plan estratégico para los próximos tres años de la entidad que se presentará el próximo 17 de mayo “o por lo menos que no marque mucho esa hoja de ruta, porque si impacta mucho es que tenemos malas noticias”.

El ceo ha explica que es “muy difícil” prever las consecuencias de la invasión de Ucrania en el corto, medio y largo plazo. Pero reconoce que las consecuencias indirectas como son la subida de los precios de la energía y de las materias primas sí que les está afectando en una estimación del entorno de 80 puntos básicos, con un impacto en la confianza inversora.

La provisión de 214 millones de euros incluye un impacto a familiar y a empresas y ha explicado que la guerra no nos influye tanto por la baja exposición empresarial y económica de España a Rusia y a Ucrania, pero insiste que sí en sus efectos secundarios. Gortázar ha señalado en la presentación de los resultados del primer trimestre que otro efecto indirecto será la repercusión que tenga el conflicto en los socios comerciales. Así ha resumido que la guerra en Ucrania afecta por la subida de precios, por la exposición de los países que son socios comerciales y por la confianza inversora.

El ceo tiene claro que va a afectar tanto a empresas como a personas físicas. Pero los sectores más afectados, según ha explicado, son la agricultura, la ganadería, el sector del transporte y la metalurgia. “Con todos estos datos hemos hecho la previsión de tener un fondo de 214 millones”, ha apuntado, aunque reconoce que el conflicto puede ser mayor o alargarse “así que cualquier previsión que hagamos tiene ese riesgo de volatilidad”

Gortazar ha explica que la invasión está generando una aceleración de la tasa de inflación, que era un problema que venía de antes, pero que va generar una reacción del Banco Central Europeo con la subida de tipos. En ese momento de subida sí que tendrá un impacto en su plan estratégico. “Si es mayor ese impacto generaría necesidad de hacer provisiones adicionales”, ha añadido.

Subida de tipos

El consejero delegado de CaixaBank se ha mostrado de acuerdo en subir los tipos de negativo a positivo de una manera gradual: “Me parece que es sano y esperemos que la situación permita controlar la inflación y no veamos más subidas que las que marca el mercado para estar en el 1,5 en 2024”.

Pacto de rentas

En otro orden de cosas, el consejero delegado de CaixaBank ha considerado "importantísimo" alcanzar un pacto de rentas para atajar la inflación en lo que afecta márgenes empresariales y sueldos y retribuciones.

"Es muy necesario atajar la inflación. Una forma es que no se pierda la confianza en que los bancos centrales van a ser disciplinados en ese aspecto, y esa es una parte inevitable, pero sin duda atacando la raíz es evitar los efectos de segundo grado, y para eso el pacto de rentas es absolutamente clave", ha valorado.

El directivo cree que urge atajar la inflación porque es muy negativa cuando pasa de unos determinados niveles, especialmente para las personas con menos medios.

Sin previsión de nuevas salidas

Gonzalo Gortázar ha explicado que no esperan más salidas de personal ni cierres de oficinas este año más allá de lo previsto por el proceso de integración, que en ambos casos se encuentran en el 90% de ejecución.

Así ha incidido en que ya se han producido el 90% de las 6.452 salidas voluntarias de la entidad, así como el 88% de la integración de oficinas hasta finales de abril.

"No hemos acabado la integración: falta el 10%. Habiendo recorrido tanta parte del camino podemos decir que estamos muy satisfechos y consideramos que ha sido un gran éxito, tanto en su vertiente de sinergias como en la velocidad que las estamos consiguiendo", ha dicho.

Preguntado por las quejas sindicales durante la junta de accionistas del 8 de abril, ha respondido que su función es escucharles, y que ha sido una etapa dura porque han hecho la integración bancaria "más compleja y rápida" de la historia de España.

"Esto no se hace sin muchísimo esfuerzo y su cuota correspondiente de problemas, dificultades e incidencias", ha añadido.

50 millones para evitar la exclusión financiera

Por otro lado, CaixaBank prevé destinar este año 50 millones de euros a la puesta en marcha de una decena de medidas, entre ellas la incorporación de nuevos consejeros sénior, destinadas a luchar contra la exclusión financiera de los más mayores.

El banco cuenta actualmente con unos 1.300 empleados especializados en la atención a las personas de más edad -tiene más de 4 millones de clientes de este colectivo-, aunque el objetivo es llegar a los 2.000 profesionales en 2023.

Además, ha hecho "un esfuerzo importante" en adaptar los cajeros automáticos para que sean de uso más fácil para los más mayores, y la previsión es que todos ofrezcan a sus usuarios la posibilidad de operar con la libreta, que es el medio elegido mayoritariamente por los clientes sénior, ha explicado el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar.

El directivo ha añadido que las sucursales también se han reforzado con 1.450 contratados temporales para ayudar tanto a los clientes sénior como a los procedentes de Bankia a familiarizarse con los servicios de CaixaBank durante el periodo de integración de oficinas derivado de la fusión, y que la entidad mantiene su apuesta por la capilaridad.

"Estamos extremadamente satisfechos con los planes que tenemos y de cómo avanzamos. Los estamos implementando y vamos a muy buen ritmo", ha apuntado y añadido que son conscientes de que tienen que seguir por esa vía".