La recuperación de las cerveceras españolas se ve amenazada por un alza de costes que obligará a recortar sus márgenes este ejercicio. Grandes compañías como Mahou, Estrella Galicia o Damm miran con preocupación cómo crecen los gastos operativos tanto a nivel energético, como de las materias para realizar sus productos y la logística necesaria para distribuirlos.

Las previsiones de la catalana Damm para 2022 se han visto marcadas por el contexto de inflación. Su presidente ejecutivo, Demetrio Carceller Arce, aseguraba este mismo martes ante la junta general de accionistas "el alto incremento registrado en los costes de las materias primas, materiales de envasado y la energía".

El grupo cervecero cerró 2021 con una facturación de 1.488 millones de euros, un 21,5% más de ventas que en 2020 y un 7,5% más que en 2019. Además, se anotó un beneficio neto de 121,3 millones. "Somos optimistas con la buena evolución de nuestras ventas durante este ejercicio, pero ya estamos soportando una fuerte presión sobre nuestros márgenes operativos", destacaba. Por otro lado, también decía estar preocupado por una posible disminución de la demanda en hostelería fruto de la menor renta disponible el segundo semestre del año.

Mahou da por hecho que este 2022 no podrá repetir los 102,9 millones de euros de beneficio cosechados en 2021. La compañía ha registrado una fuerte subida de precios tanto en la parte energética como en la de las materias primas que usa para fabricar sus productos. Por suerte, la empresa madrileña cerró un contrato a diez años con Endesa que le cubre parcialmente del incremento de la factura de la luz.

Sin embargo, el director general de la compañía, Alberto Rodríguez-Toquero, reconocía hace unos días que "el nivel de incertidumbre y volatilidad es máximo". En este sentido, aseguró que aunque las ventas estaban "creciendo a doble dígito", los costes crecían por encima de sus expectativas". Pese a ello, descartó subidas de precios inmediatas.

Corporación Hijos de Rivera, matriz de la cervecera Estrella Galicia, tampoco quita ojo al alza de precios que debe asumir en los últimos meses. La compañía disparó sus ventas un 30% en el último año con respecto a antes de la pandemia y logró un 79,4% más de beneficio, 94,9 millones de euros.

Sin embargo, 2022 se presenta especialmente complicado. Según reveló el presidente del grupo, Ignacio Rivera, durante la presentación de resultados el pasado jueves, la compañía está "sufriendo muchísimo" en la parte logística y dice estar asumiendo unos costes que han "subido de una forma absolutamente desmedida".

En este sentido, el directivo reconoció que se está reduciendo su margen bruto. "Estamos intentando gestionarlo a través de nuestros gastos de estructura", aseveró tras descartar una subida de precios inminente. A ello se une los problemas de abastecimiento con materiales como el vidrio o el aluminio, fundamentales para las botellas y las latas.