El Gobierno echa cuentas para prolongar de manera indefinida la rebaja del IVA y de los otros impuestos suspendidos en la factura de la luz. Así lo confirman fuentes del sector energético a este periódico, una vez que España, junto a Portugal, espera la luz verde definitiva para que se limite el precio del gas para generar electricidad.

Las mismas voces indican que “es complicado” que se vuelvan a retomar los gravámenes que en la actualidad están rebajados o suspendidos ya que “los precios de la electricidad estarán caros durante un largo tiempo” a pesar de las reformas impulsadas por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Cabe recordar que el Gobierno redujo el tipo del IVA al 10% para los pequeños consumidores mientras que el Impuesto Especial sobre la Electricidad se rebajó hasta el 0,5%, mínimo que exige la Unión Europea. El Impuesto que grava con un 7% el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE) también está suspendido.

Estas rebajas fiscales se aprobaron en consejo de ministros hace casi un año. Fue el 21 de junio cuando el Gobierno quiso ponerle freno a la escalada de los precios de la electricidad. Por aquellos entonces la falta de gas ante la mayor demanda de Asia junto a una ola de calor que dejó fuera del mix a la energía eólica (la principal para nuestro sistema) provocaron la primera crisis energética del Gobierno.

Por aquellos entonces, dichas medidas se hubieran mantenido hasta final de 2021. No obstante, se hubieran derogado si el precio del mercado mayorista hubiera caído por debajo de los 45 euros por MWh. Algo que, obviamente, no sucedió ya que la crisis energética se alargó en el tiempo hasta convertirse en la peor crisis de la historia reciente debido a la invasión rusa en Ucrania. Ante el encarecimiento de la electricidad y del resto de materia primas para generar energía el Gobierno decidió alargar el paquete de acciones para combatir los costes hasta el 30 de junio.

Moncloa da por sentado que ante la emergencia que existe dentro de todo el continente, y teniendo en cuenta que ni siquiera ha entrado en vigor el tope del gas en la electricidad, las rebajas fiscales se extenderán, al menos otro trimestre, pero en el horizonte se planea alargarlas de manera indefinidad o, por lo menos, hasta que la tempestad amaine.

Esta teoría, la de la rebaja fiscal en la factura de la luz, es aplaudida por el sector eléctrico. “Llevamos mucho tiempo pidiendo a los gobiernos de turno que se acometa una reestructuración fiscal en los recibos para aliviar la carga a los consumidores”, señalan.

Rebajas fiscales en el gas

No obstante, el Gobierno considera no ampliar el abanico fiscal y no prevé nuevas rebajas en los gravámenes. A pesar de que Hacienda y Transición Ecológica sopesan modificar los descuentos de los carburantes, no prevén incluir rebajas en el IVA de los recibos del gas. Algo, que desde el sector energético, no entienden. “El verdadero problema en el incremento de la factura energética es esta materia prima y el Gobierno no ha querido incluir alivio fiscal donde verdaderamente habría que centrar los esfuerzos”, admiten.

Antes del 30 de junio, el consejo de ministros deberá decidir si amplía o no los descuentos en los hidrocarburos aunque, todo hace indicar, que el Gobierno planteará otras fórmulas ante la impasible subida de precios en las gasolinas, que ya se han comido más de un 50% del descuento aprobado el pasado abril.

Recorte de 12.000 millones

La posible suspensión de los impuestos de la factura eléctrica tendrán un impacto en las arcas del Estado. Según informó este lunes el Ministerio de Hacienda, a través del informe mensual de recaduación tributaria, dichas medidas cuestan alrededor de 12.000 millones al año.

Solo en los cuatro primeros meses del año, las medidas fiscales para atajar la escalada del precio de la electricidad supusieron una reducción de ingresos de 2.233 millones, de los que 1.196 millones corresponden a la rebaja de tipos impositivos y 1.037 millones, a la suspensión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica.

En cuanto a la rebaja de tipos, el impacto en las cuentas públicas en los cuatro primeros meses del año fue de 515 millones menos por la bajada del tipo del IVA desde el 21% al 10% a los consumos domésticos, y de 681 millones por la disminución del tipo desde el 5,11% hasta el 0,5% en el Impuesto Especial sobre la Electricidad.

Con todo, el Ministerio de Hacienda deberá milimetrar la balanza fiscal. España está muy limitada con las posibles subidas y bajadas fiscales ya que deberá cumplir una serie de requisitos si quiere seguir optando a los fondos europeos, que se crearon para potenciar las economías tras la crisis del coronavirus.