El coste de la cesta de la compra sigue creciendo de forma imparable. Y el incremento de precios en la parte de alimentación roza ya el 13% respecto a junio de 2021. Los ahumados (53%), el aceite (51%), la margarina (40%), la mantequilla (31%) o las pastas (30%) representaron las mayores subidas.

Según un informe hecho público por la consultora NielsenIQ, leches y batidos subieron un 15,3%; la alimentación seca un 15,2%; los derivados lácteos un 14,9%; los congelados un 14,3%; y los platos cocinados y precocinados un 13,0%. También registran subidas notables los quesos (+9,6%), las conservas (+9,2%) o la charcutería (+6,8%).

Sin embargo, estas subidas contrastan con el hecho de que el volumen de ventas se mantuvo en junio prácticamente igual que el año anterior, con un avance de apenas el 0,1%. De hecho, la tendencia es hacia una bajada de las compras.

"Se va menos al supermercado", subrayaba este jueves el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante la presentación del Informe de Consumo Alimentario 2021. "Los datos estadísticos que maneja el sector de la distribución reflejan que hay menor número de compras. Queremos sacarle más producto a nuestro dinero al aumentar los precios y se hacen compras mucho más selectivas", argumentaba.

La compra de alimentos por parte de los hogares cayó un 11% en volumen en los primeros cinco meses de 2022 en comparación con el mismo periodo del año anterior. En el conjunto de 2021, los españoles compraron un 5,7% menos de comida respecto a 2020, año marcado por el inicio de la pandemia y un efecto de acopio que disparó las ventas.

Algo que también ocurrió a partir de la invasión rusa de Ucrania. Entre las semanas del 21 de febrero al 13 de marzo aumentaron las compras de "acopio", sobre todo de productos no perecederos y, coincidiendo con el paro de los transportistas, los hogares incrementaron las compras de alimentos ante un eventual desabastecimiento.

En todo caso, Planas también atribuía el descenso del consumo a la "progresiva concienciación" de los hogares, la restauración y la cadena alimentaria sobre el desperdicio alimentario.

En droguería y perfumería, la subida del gasto fue del 9,6% con una bajada de las compras del 1,3%. En la categoría de bebidas hay un crecimiento del 9,2% en valor, aunque el volumen de ventas también crece un 4,7% por las altas temperaturas. Las ventas de agua crecieron en valor un 16,3% y las de bebidas refrescantes un 14%.

¿Qué va a pasar en los próximos meses? Los precios de la energía, sobre todo petróleo y gas, y de las materias primas, marcarán la senda de precios. Los estudios del Banco Central Europeo reflejan que hay una cierta estabilización en el ámbito alimentario, sobre todo en cereales y oleaginosas, aunque no se sabe si es una situación transitoria o permanente.

Avance de las marcas blancas

Lo que parece claro es que la subida de precios generalizada está teniendo un efecto directo en el consumidor, relacionada con la contención del gasto. Según el informe de NielsenIQ, las marcas blancas no dejan de ganar cuota de mercado. En el total de bienes de consumo crece un 2% en junio y alcanza un 41,8%.

Pero en el sector de la alimentación, el efecto es más acusado. El pasado mes avanzó otro 2,5% y se sitúa en el 49,4%, frente al 50,6% de las marcas de fabricante. El gasto en marcas de distribución creció un 17,1%, frente al 7,9% que aumentó en las marcas de fabricante.

"Mientras esperamos que las medidas económicas que se han adoptado puedan frenar la escalada de precios, el consumidor está cambiando sus hábitos de compra para adaptarse a la situación y estamos constatando, por ejemplo, como la marca de distribuidor sigue ganando cuota de mercado mes tras mes", comenta Patricia Daimiel, directora general de NielsenIQ para el Sur de Europa.