El consumo de carne vuelve a marcar un retroceso en España tras el repunte experimentado en 2020 con motivo de la pandemia. Los hogares españoles consumieron en 2021 un 10,2% menos de carne que en el año en que se decretó la crisis sanitaria. Si se compara con 2019, la cifra cae un 0,8%, aunque pagando un precio medio un 4,5% superior, hasta los 7,17 euros por kilo.

Además, el consumo per cápita fue un 1,1% más bajo que en el año previo a la crisis sanitaria, con 44,74 kilos de media al año frente a los 45,24 de 2019. En todo caso, el volumen que compramos ya es un 14,8% más bajo que hace casi 15 años.

El último Informe sobre el Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación refleja cómo en 2021 se retomó la tendencia a la baja en el consumo que se da desde el año 2008 y que sólo fue interrumpida por el coronavirus.

Del total de carne que consumimos, 31,98 kg. son de carne fresca, 1,19 kg. de carne congelada y 11,57 kg, de carne transformada. Así, la fresca representa el 71,5 % de los kilos de carne que se adquieren para consumo doméstico.

Y si nos fijamos en el consumo individual, los consumidores más intensivos son los que superan los 50 años. Aquí destacan los mayores de 65 años. Según el informe, comen 59,71 kilos por persona al año, superando a la media en casi 15 kilos. Por su parte, los menores de 35 años consumen 14,70 kilos menos que la cantidad promedio, con una media de 30,04 kilos por persona al año.

¿Y qué tipo de hogares consumen más carne? Pues los formados por parejas con hijos de edad media y mayores, así como hogares formados por parejas adultas sin hijos. Los hogares que menos consumen son los formados por jóvenes y adultos independientes, así como las parejas jóvenes sin hijos.

De hecho, la carne es la categoría que mayor presupuesto requiere para los hogares. En concreto, supone el 19,91% del gasto en alimentación y bebidas, con 320,63 euros de media por persona al año (un 3,3% más que en 2019). Los datos del informe recogen precios de 2021 que no se corresponden con el actual escenario de inflación disparada y que puede agravar el retroceso en el consumo o un cambio en las preferencias de los consumidores hacia carnes más económicas.

En cualquier caso, los hogares de clase baja registran el mayor consumo per cápita con 48,18 kilos de media por persona, lo que supera en un 7,7% a la media nacional. Los de clase media tienen el consumo más bajo (43,07 kilos).

Por Comunidades, los habitantes de Castilla y León son los que mayor ingesta de carne realizaron en 2021, con 52,22 kilos por persona, superando en 7,48 kilos la cantidad media por persona del total España. Los extremeños, por su parte, son los que presentan el menor consumo, con una media de 38,03 kilos per cápita, un 15,0% inferior a la media. Superan el promedio nacional los habitantes de Cataluña, Aragón, Balears, Castilla-La Mancha, País Vasco o Navarra.

La líder de todas las carnes es el pollo y representa el 37,7% de las compras, seguida de la carne de cerdo, con un el 30,1%. A continuación se encuentra a carne de vacuno, con un 14,8%.

12 kilos de pollo, 9 de cerdo y 5 de vaca

Al año comemos una media de 12,06 kilos de pollo, lo que supone un 2,6% menos que antes de la pandemia. La comunidad autónoma donde más kilos se
adquieren es Aragón, con una ingesta de 14 kilos por individuo, 1,9 kilos más que la media nacional. Por contra, los canarios solo consumen 7,7 kilos al año, 4,4 kilos menos que la media.

En el cerdo, consumimos una media de 9,64 kilos por persona al año, lo que no supone ninguna variación respecto a antes de la pandemia, aunque el gasto haya subido un 2,4%. En volumen, se ha consumido un 0,4% más de kilos que en 2019.

En el vacuno, la ingesta se reduce a los 4,75 kilos. Esto supone un descenso del 2,2% respecto al año previo a la pandemia. Los habitantes del País Vasco superan la media en 3,12 kilos, con una ingesta de 8,87 kilos por persona.

Desciende el cordero

Aunque la carne que registra una de las mayores caídas en el consumo per cápita es la de ovino/caprino, con un 16,3% menos que en 2019 y apenas 1,12 kilos por persona al año. Se trata de una cantidad un 22,1% inferior a la ingerida en el año 2020. Los mayores de 65 años son quienes realizan la mayor ingesta con 2,4 kg/persona/año, más del doble del promedio nacional. La de conejo no llega al kilo por persona al año, con una caída del 11,3% frente a 2019.

Al margen de la carne fresca, la carne transformada incrementa el consumo per cápita en un 1,5% respecto a antes de la pandemia. Según el informe, los españoles consumimos 11,57 kilos por persona al año de jamón curado, lomo, chorizos, salchichón y salami, fuet y longanizas, jamón cocido o fiambres.

De hecho, todas las categorías caen salvo el jamón y la paleta ibérica, que registra un repunte del 6,4% respecto a antes de la pandemia, cuando se consumían 390 gramos anuales frente a los 510 gramos de 2021. De jamón curado tomamos 1,57 kilos y de fiambres 2,43 kilos.

El supermercado frente a la tienda tradicional

¿Y dónde compramos toda la carne que consumimos? El supermercado se lleva la palma con un 48,3% de las compras. La tienda tradicional concentra el 21,3% y el hipermercado otro 10,7%. A través de internet apenas se adquiere el 1,5% de la carne. En el caso del ovino/caprino, casi el 40% se adquiere en tienda tradicional, mientras que en el cerdo los súper concentra el 44,6% de las compras.

Eso sí, el fin de las restricciones ha supuesto un repunte del 16,8% del consumo extradoméstico de carne respecto a 2020, aunque aún queda lejos de las cifras registradas en 2019. El 80,95% de la población, eso sí, consume carne fuera del hogar. Madrid y Levante son las comunidades donde más consumo se registra, con 5,97 kilos por individuo al año en la primera y 4,75 kilos en la segunda.