El turismo rural en verano no para de crecer en España. Como alternativa al tradicional hotel de playa, las casas rurales están firmando una temporada estival especialmente positiva, con un mayor número de viajeros y pernoctaciones que antes de la pandemia.

Al menos es lo que reflejan los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que cifra en un 6,5% el crecimiento de visitantes respecto a julio de 2019, con un total de 553.793 viajeros. El número de noches también crece de 1,63 a 1,79 millones, lo que supone una mejora del 10,42%.

La vuelta de los extranjeros tiene buena parte de culpa de la mejora de los datos. Pero lo cierto es que los turistas españoles son los que experimentan un mayor crecimiento. De los citados 553.793 viajeros, 430.990 son residentes nacionales, lo que representa un 77,83% del total y un 9,5% más que hace tres años.

Los foráneos suman 122.802 viajeros y suponen el 22,17% restante, aunque hace tres años llegaban a los 126.496. El 64,3% del total son residentes europeos, con un total de 78.975 viajeros. 24.933 son alemanes (20% del total), 20.882 fueron franceses (17%).

Por su parte 15.294 británicos se alojaron en casas rurales y suponen el 12,45% del total de visitantes. De Estados Unidos apenas llegaron 5.688 viajeros (4,63%), mientras del resto del mundo hubo 12.437 visitantes (10,13%).

Respecto a antes de la pandemia, pierden visitantes en verano las casas rurales de comunidades como Andalucía, Castilla y León, Madrid, Murcia, La Rioja y la Comunidad Valenciana. Y por provincias, Málaga, Gerona, Cáceres, Barcelona, Huesca o Guipúzcoa se ubican en la parte alta de la tabla por número de huéspedes.

En cuanto a la ocupación, el portal especializado en este tipo de turismo 'Escapada Rural' asegura que los alojamientos estuvieron al 44% de su capacidad durante el mes de julio y en el agosto que acaba de finalizar estuvieron al 60%.

Entre el 12 y el 15 de agosto, siete de cada 10 alojamientos rurales colgaron el cartel de completo. Y en algunas regiones como Asturias, Cataluña, Murcia y Navarra la ocupación fue superior al 80%.