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Las noches en hoteles de cinco estrellas descienden y crecen en campings o apartamentos

Fachada del Hotel Palace en la Plaza de Cánovas del Castillo

Fachada del Hotel Palace en la Plaza de Cánovas del Castillo EP

La demanda turística nacional ha liderado la actividad durante el verano, pero comienza a mostrar algunos signos que pueden ser reflejo de un deterioro en la situación financiera de las familias. Las noches en hoteles de cinco estrellas han caído un 2,2% respecto a los meses de julio y agosto de 2019, mientras que en alojamientos como los camping se dan crecimientos del 12,7%. Por su parte, el turismo rural mejora un 9,9% y los apartamentos otro 8,3%.

Eso sí, los datos ofrecidos por la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) reflejan que como consecuencia de la bajada de las noches en los hoteles más lujosos, se están incrementando las pernoctaciones en establecimientos hoteleros de cuatro estrellas.

Los españoles han sido los viajeros que han permitido impulsar las ventas durante la campaña de verano, con un nivel un 3,2% superior al de 2019. Sin embargo, la tendencia se ha desacelerado en septiembre hasta el 2,8%, lo que induce a pensar en un cambio de tendencia a la baja para los meses de otoño.

Las empresas turísticas avisan además de que la demanda extranjera ha ralentizado en agosto la fuerte recuperación que venía reflejando desde la Semana Santa. A pesar de ello, los empresarios turísticos notan una mejora de los niveles de gasto de los visitantes extranjeros especialmente en
los hoteles, impulsado por el aumento parcial de precios que han acometido como consecuencia del alza de costes.

Esto último es ahora el principal quebradero de cabeza para las compañías, que ven cómo sus márgenes y beneficios son cada vez más estrechos pese al aumento de los ingresos, que les ha permitido tener niveles de ventas por encima de los registros de 2019.

Según detalla el lobby turístico con una encuesta a más de 2.000 empresarios, los costes energéticos han escalado un 32,8%; los de suministros, 18,1%; y los laborales, otro 10,4%. En este ámbito se identifican profundas diferencias entre aquellas empresas de mayor tamaño con capacidad para contratar coberturas y generar economías de escala frente a las pymes.

La recuperación muestra intensidades muy dispares por subsectores y empresas. En niveles levemente superiores al año 2019 se mantienen los hoteles urbanos en destinos más proclives al cliente internacional. A nivel general, los hoteles son los negocios turísticos más favorecidos y registran un 9,2% más de ingresos entre julio y septiembre frente al tercer trimestre de 2019.

Por tipos, los vacacionales de costa facturan un 9,9% más y los urbanos un 7,3%. Por su parte, las actividades de ocio crecen un 4,9%. Dentro de estas últimas, los campos de golf registran un crecimiento del 11,9% y los parques de ocio de 8,9%. Por contra, sectores como el transporte todavía están por debajo de niveles prepandemia (-1,1%) y el sector de los coches de alquiler ingresa un 5,1% menos. Las que mayor retraso registran en la recuperación son las agencias de viajes, con un 11,1% menos.

Las previsiones son que el año cierre con un PIB turístico de 154.000 millones de euros, sólo 900 millones por debajo de la cifra de 2019. Esto supone que el turismo represente cerca de dos tercios del crecimiento de la economía nacional, cifrada por el Banco de España en el 4,5%.

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