Si te importa que la energía que consumes en casa sea de origen sostenible porque estás comprometido con el medio ambiente ahora mismo no puedes saberlo, tienes que confiar en lo que te diga la empresa que tienes contratada. En el mejor de los casos te pueden decir que es renovable, pero eso no garantiza que sea sostenible.

Puede ser renovable, pero puede ser biodiésel que es considerada renovable pero emite gases de efecto invernadero que causan el cambio climático; puede ser hidráulica, pero ser un proyecto que cause un impacto negativo en el entorno; puede ser solar, pero quizá las placas solares tienen un impacto negativo paisajístico; puede ser eólica pero molesta a los vecinos y no generan empleo allí donde se ha instalado. 

Blockchainergy’ es un nuevo concepto nacido de la colaboración entre Enviroscale y Blocknitive con el que ambas compañías han bautizado la aplicación de los últimos avances en blockchain al sector energético por los que es posible medir y cuantificar el nivel de sostenibilidad de la energía que nos venden.

“Nuestro objetivo es descodificar la energía, se habla mucho de la energía renovable y muchas veces damos por sentado que esa energía es sostenible, así que nosotros diferenciamos la renovable de la sostenible a través de indicadores en materia medioambiental y de buen gobierno”, Meritxell Pérez de Castro-Acuña, CEO de Enviroscale. 

“La sostenibilidad que se mide es el compromiso social, ambiental y de buen gobierno. Medimos los materiales que se utilizan, los proveedores, dónde se está generando esa energía y cuál es su impacto. Desde el punto de vista social analizamos qué hacen con las comunidades locales, si generan empleo, si benefician a la sociedad en el proceso de generación de la energía y adicionalmente, en términos de buen gobierno, porque no es sólo importante lo que hacemos sino cómo lo hacemos. La ética en los negocios cada vez es más relevante por eso lo incluimos”, explica la responsable de Enviroscale. “Queremos huir de procesos que en muchos casos se han utilizado de greenwashing, queremos promover una verdadera sostenibilidad en el desarrollo energético de nuestro país y el mundo, porque este proyecto tiene carácter global”, añade. 

Cómo funciona

Un productor a la hora de desarrollar un proyecto energético, del tipo que sea, si quiere contar con su certificación accede a la plataforma Blocknitive - una herramienta que garantiza con tecnología blockchain la privacidad y seguridad de la información- e introduce una serie de datos que solicitan y que son valorados. El resultado es el certificado de Enviroscale, que les va a permitir demostrar la sostenibilidad de su generación eléctrica. Consiguen gracias a blockchain trazar la energía desde el origen hasta el cliente que la consume.

“El uso y la integración de la tecnología blockchain de Blocknitive para la trazabilidad de procesos convierte a Enviroscale en una herramienta totalmente confiable y auditable, al permitir salvaguardar los intercambios de información y garantizar la seguridad de todos los involucrados. Además, gracias a la tecnología de registro redistribuido y a la descentralización se garantiza la inmutabilidad total de los datos”, afirma Miguel Peco Perea, director de Desarrollo de Negocios de Blocknitive.

Da a las comercializadoras un valor añadido en el mercado y al consumidor final le va a dar garantías

Miguel Peco Perea, Blocknitive

Los promotores de esta iniciativa han bautizado el uso del blockchain en este sector como “blockchainergy” y "permitirá al consumidor final conocer la presencia de la energía que consume y cuál es la certificación que posee”. 

La iniciativa es muy reciente y tiene mucho camino por delante, actualmente llegan a cinco clientes finales Bluetab (IBM), EY, Kio Data, Soltec y Powertis y cuentan con dos comercializadoras: Próxima Energía y Juan Energy, de la Fundación Juan XXIII. Su aspiración es que en los próximos años el 50% de las comercializadoras de energía del país se hayan sumado al certificado de transparencia de Enviroscale.

“La certificación de Enviroscale da a las comercializadoras un valor añadido en el mercado y al consumidor final garantías de que la energía que consume es sostenible, porque se lo demuestra la trazabilidad que se ha hecho desde su producción hasta que ha llegado a su casa”, afirma Miguel Peco Perea.