Los fabricantes y distribuidores defienden no ser los causantes de la inflación sino "una víctima más" de la subida de precios. "El sector está repercutiendo solo una pequeña parte de los incrementos de costes que está soportando", ha advertido Ignacio González, presidente de Aecoc y CEO de Nueva Pescanova, durante la inauguración del 37º congreso que la asociación celebra en Santiago de Compostela.

Desde la asociación empresarial defienden estar "contrayendo los márgenes" para no trasladar toda la inflación al consumidor y avisan sobre el efecto de un aumento generalizado de los sueldos. "Las subidas salariales futuras nos pueden hacer entrar en una ronda de inflación de difícil final", ha avisado González. "No estamos contra la subida del salario mínimo, pero hay que ganar productividad", ha agregado.

De lo contrario, existe el riesgo de entrar "una rueda infinita" que terminaría por llevar a una "latinoamericación" de la economía española que ha calificado de "muy peligrosa".

Muy crítico se ha mostrado también con el discurso de parte del Gobierno contra el sector. "Nos tenemos que revelar ante las acusaciones de que no nos estamos esforzando. Nuestro sector no se está beneficiando de esta situación y la prioridad es que las familias recuperen el poder adquisitivo", ha sostenido.

Ante el actual escenario, la patronal ha reclamado al Gobierno que aplace la entrada en vigor de nuevos impuestos dirigidos a gravar los envases o el plástico de un solo uso, con un coste millonario extra para las compañías. Esas nuevas tasas fiscales, ha defendido González, "traerán menos competitividad, menos consumo y una salida más tardía de la crisis".

Además, desde Aecoc se quejan de que "la proliferación y precipitación normativa y los cambios constantes propician un escenario incierto que frena la inversión". En este sentido, insisten en la necesidad de garantizar la seguridad jurídica para las empresas. "No podemos ser más ambiciosos que Europa y más rápidos. No toca, este no es el momento", ha defendido.

"La confianza del consumidor está bajo mínimos"

Para la recta final de año dibujan un escenario incierto. Tras un buen verano, "la confianza del consumidor está bajo mínimos", ha abundado González. Y para relanzar el consumo, desde la patronal insisten en su petición al Gobierno para que alivie la presión fiscal que hace que dos de cada 10 euros que paga el consumidor cada vez que acude al mercado sean impuestos.

"Reclamamos que sea el Gobierno el que haga el ejercicio de responsabilidad y no la traslade a los consumidores", ha dicho. En este sentido, exigen al Ejecutivo que baje el IVA en los alimentos esenciales, especialmente en frescos como carne, pescado, frutas y verduras, pasando del reducido al superreducido. "Es una medida directa de ahorro a los hogares", ha afirmado González. Asimismo, ha pedido deflactar el IRPF teniendo en cuenta la inflación para dinamizar el consumo.

Por su parte, defienden el ejercicio de contención por parte de los distribuidores. Para ello ha puesto como ejemplo que los costes de producción de las patatas chips han crecido un 72%, mientras que sólo se ha repercutido un 17% al precio final de venta; los de los embutidos han crecido un 57% y solo se ha subido un 6% el precio; y los del pan han aumentado un 43%, mientras que el precio ha subido un 15% de media.