La estación de Madrid Chamartín-Clara Campoamor aspira a convertirse en el gran nudo de la alta velocidad ferroviaria española en los próximos años. Para hacer frente a una demanda creciente de viajeros fruto del proceso de liberalización, la antigua estación situada al norte de la capital está empezando a transformarse para duplicar su capacidad en el futuro más inmediato.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) trabaja a contrarreloj para ampliar la playa de vías, los andenes y el vestíbulo principal para mejorar los flujos de pasajeros tanto en Cercanías como en servicios de alta velocidad, progresiva llegada de los servicios de alta velocidad provenientes de la Comunidad Valenciana y Murcia, así como de todo el norte de la Península.

El traslado de parte del tráfico del corredor de Levante desde Atocha a Chamartín ha generado críticas a nivel político y de usuarios. Pero los cambios han llegado para quedarse. No en vano, este lunes comenzará a operar desde allí la línea Madrid-Valencia la compañía Iryo, el tercer operador en la red española tras Renfe y Ouigo (SNCF).

Las obras ya en marcha -con un coste de 326 millones de euros y más de 1.000 trabajadores- permitirán duplicar el número de vías destinadas a alta velocidad, pasando de 6 a 12. Ahora mismo, se están construyendo sin afectar al tráfico cuatro nuevas vías pasantes y convirtiendo a ancho estándar las vías 14 y 15, que operaban en ancho ibérico. El complejo contará con un total de 25 vías, aunque en un futuro más lejano podría llegarse a 31.

Para canalizar mejor el flujo de pasajeros, Adif ha recuperado un antiguo vestíbulo subterráneo que estaba en desuso desde hace décadas. Con su remodelación pretende dar acceso directo a la red de Metro de todos los viajeros con destino en la estación y conectar de manera ágil los trenes de alta velocidad con los de Cercanías. Entrará en servicio a principios de 2023. También se duplicará la superficie del vestíbulo principal, hasta los 18.000 metros cuadrados.

El edificio de viajeros se diferenciará en tres espacios. Por un lado, habrá una zona de embarque para alta velocidad con doble altura; una para Cercanías; y un vestíbulo común en forma de gran pasillo longitudinal, que se configura como el corazón de la estación. Con 18 m ancho, contará a un lado con locales comerciales y, al otro, con las zonas de embarque y espera.

Los locales comerciales existentes actualmente en él se demolerán y se trasladarán hacia el espacio destinado actualmente a la parada de taxis. Esta última quedará protegida por una marquesina. Asimismo, se independizará el tráfico urbano del tráfico interno de la estación mediante la reordenación de los actuales viales.

Además, el incremento de espacio dentro del actual vestíbulo se aprovechará para instalar un sistema de control de accesos mediante tornos en la zona de Cercanías, que actualmente no existen.

Todos estos cambios se ejecutan con carácter previo al proceso de remodelación integral que se llevará a cabo en los próximos años en la propia estación y en el entorno urbano que la rodea, dentro del conocido proyecto Madrid-Nuevo Norte (la antigua operación Chamartín).

En lo que respecta a la terminal ferroviaria, el diseño del proyecto surgirá de un concurso internacional que se fallará en diciembre. Con un presupuesto de más de 1.000 millones de euros, el objetivo es que se convierta en un hub de transportes referente internacional de diseño y sostenibilidad.

Adif admitió un total de nueve propuestas de las 18 presentadas, entre las cuales se encuentran nombres de estudios de renombre como los de Norman Foster, Zara Hadid, Soto Moura o Luis Vidal.

Cuando se elija el proyecto ganador, tendrá que desarrollarse toda la obra, por lo que desde el administrador de infraestructuras evitan dar cualquier fecha aproximada para finalizar los trabajos. La playa de vías quedará cubierta con una gran losa de hormigón que soportará un parque urbano y que llegará hasta la altura del cruce con la M-30.

Hasta la fecha se han realizado mejoras en las vías 9, 10 y 13, así como la remodelación y acondicionamiento de los andenes 5 y 7. También se han instalado aparatos de vía y señalización para incrementar la velocidad de circulación, y atender así al incremento de demanda, aumentar la flexibilidad de la red ferroviaria y mejorar la respuesta de las instalaciones ante incidencias.

La idea del Adif es también reforzar la multimodalidad de la estación. Para ello prevé incorporar espacios destinados a nuevos modos de transporte sostenible como aparcamientos seguros para bicicletas o espacios de recarga de vehículo eléctrico. El año que viene se iniciará la construcción de la conexión de alta velocidad con el aeropuerto de Barajas, una vez que se reciban todas las ofertas y se adjudique.

En cuanto al modelo de aseos, fuentes de la compañía explican que se mantendrán unos bajo modelo de pago en el actual vestíbulo y habrá dos de libre acceso para viajeros: uno en la zona del edificio principal (tras el control de equipajes) y otro en vestíbulo subterráneo reabierto.

Hace escasos días, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, inauguró las obras de cubrimiento de las vías de la estación. El macroproyecto urbanístico que rodeará la estación contempla la construcción de más de 10.000 viviendas, de las que en torno al 20% serán de protección pública. El proyecto, sostuvo la ministra, cerrará una gran brecha urbana en el norte de Madrid, uniendo barrios que llevan décadas aislados.

Está previsto cubrir 212.000 metros cuadrados de playas de vías (34.900 m2 en la zona sur y 177.015 m2 en la norte). Para ello se construirán 2.407 pilotes de cimentación y 1.132 pilas. Ya se han instalado 86 pilotes de los 312 que irán en la cabecera sur, y 83 pilas de las 214 previstas en esta misma área.

Por Chamartín pasan ocho de las 10 líneas de Cercanías que conectan la capital con los municipios de la Comunidad de Madrid. La actual infraestructura soporta un tráfico de más de 5.700 trenes de Cercanías a la semana; más de 400 de Media Distancia y Avant; y más de 400 de alta velocidad y larga distancia, según los datos de Transportes.