Economía

La banca carga contra el Gobierno: "No se puede justificar el impuesto por el rescate bancario"

El Ejecutivo se escuda en los "beneficios extraordinarios" y en el rescate de la banca en 2009 para poner en marcha el impuesto

Pedro Sánchez, en la sesión de control en el Congreso.

Pedro Sánchez, en la sesión de control en el Congreso EUROPA PRESS / EDUARDO PARRA

El Gobierno anunció en verano, en medio del debate del estado de la nación, que iba a poner en marcha un impuesto nuevo a la banca por sus “beneficios extraordinarios”. Asimismo, el Ejecutivo recurre al rescate bancario de 2009 para justificar este gravamen. El sector se ha posicionado en contra e incluso algunos bancos ya han anunciado que recurrirán el impuesto. La banca ha cargado contra el Gobierno. “No se puede justificar el impuesto por el rescate bancario”, señalan fuentes de la Asociación Española de Banca (AEB).

De hecho, el rescate bancario es uno de los argumentos que aparecen en el texto de la proposición de ley que se ha tramitado. “Es importante destacar que en el pasado reciente importantes recursos públicos fueron movilizados para el rescate de determinadas entidades financieras y en defensa de los intereses generales para evitar efectos todavía más perjudiciales para la economía del país”, señalan en la exposición de motivos. Y añaden que el mecanismo también permitió “el saneamiento del sector, la realización de reestructuraciones empresariales con cambios en las cuotas de mercado y mejoras de las perspectivas de negocio de las entidades que superaron la crisis financiera”.

Por ello, el Gobierno considera que el sector debe devolver “el favor” que se le hizo hace unos años y que las aportaciones para asegurar “el bien común” deben ser “de unos pocos en favor del conjunto”. Además, señalan que tienen el mismo propósito de “favorecer el bien común y un futuro de prosperidad compartida”.

Un argumento que fuentes de la AEB desmonta por completo, ya que recuerdan que el sector no fue rescatado en su totalidad, sino que se ayudó a los bancos, en su mayoría cajas de ahorro, que no tenían rentabilidad ni solvencia. De hecho, las fuentes consultadas por El Independiente explican que los bancos que estaban en una buena posición también pusieron dinero.

Las ayudas netas del FROB han ascendido a 42.561 millones de euros (datos de Banco de España), tras descontar 4.500 millones recuperados y 9.500 millones de recuperaciones estimadas por Bankia. (De las entidades rescatadas los únicos bancos fueron el Banco Gallego y Banco de Valencia). El Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito ha realizado ayudas por 23.164 millones de euros. A ello hay que sumar: 2600 millones de capital aportado por los bancos a la Sareb, el “banco malo” al que se transfirieron activos de las entidades con problemas en la crisis anterior (incluyendo solo un banco, Banco de Valencia); 7.072 millones de capital aportados para respaldar la adquisición de Banco Popular. “Un capital que, en ausencia de un comprador privado, habría tenido que aportar el sector público”, explican.

“La banca ha aportado 32.000 millones en ayudas para las entidades con problemas, la mayor parte de ellas quebradas por la injerencia política”, apuntan. En todo caso, continúan, “las ayudas fueron a proteger a los ciudadanos para que no perdieran sus depósitos”. Y añaden que se benefició el conjunto del país: se acabó controlando la prima de riesgo en un momento de fuerte correlación entre el riesgo bancario y el riesgo soberano.

La banca también señala que “los beneficios extraordinarios” en los que se escuda el Gobierno no son tales. Las fuentes de la asociación apuntan que “lo extraordinario” han sido los últimos seis años con tipos de interés en negativo. Además, explican que para que una economía vaya bien se necesita un sector bancario “fuerte y rentable”, por lo que puntualizan que no se le debe poner trabas. “Cualquier banco central de cualquier país va a señalar la importancia de que en estas épocas de crisis o desaceleración económica, los bancos sean rentables”, comentan las fuentes.

De hecho, añaden que los bancos se van a ver beneficiados de la normalización de política monetaria, pero “hay que tener prudencia”. El Banco Central Europeo lo está diciendo “prudencia” ante este proceso, porque todo apunta a una desaceleración económica. “Depende de todos saber ver cómo va a ser esa desaceleración más o menos acusada y los bancos tenemos que estar ahí para ayudar a las empresas”, explican.

Recurrir el impuesto

La Asociación Española de Banca está estudiando si puede recurrir al impuesto a la banca, aunque las fuentes consultadas señalan que no son sujetos perjudicados por el impuesto. No obstante, animan a los bancos a que lo hagan para poder recurrirlo.

Los abogados coinciden en la retroactividad y en cómo está configurado el impuesto para que la banca pueda “ganar” en el recurso. No obstante, advierten que es un camino largo, pero recomiendan hacerlo, por si en un futuro (mínimo dos años) se declara inconstitucional, puedan recurrirlo. El Tribunal Constitucional avisa de que si no lo han recurrido se pierde toda la potestad para que se le devuelva.

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