La OCDE ha mejorado su previsión de crecimiento para España este 2023 hasta el 1,7%, 0,4 puntos más que en su anterior pronóstico, emitido en el mes de noviembre. El informe, publicado este viernes y titulado Una recuperación frágil, impulsa al alza las previsiones de crecimiento de la mayoría de grandes economías y al mismo tiempo rebaja las de inflación, tras apreciar señales positivas en la economía mundial, tanto por parte de los consumidores como del lado de las empresas y el de los precios, y la reapertura de China.

Y precisamente en el marco de esa lucha contra la inflación, la organización estima necesario que los tipos de interés continúen subiendo, tanto en EEUU como en la eurozona, hasta que haya señales claras de alivio de la inflación subyacente. "La política monetaria debe seguir siendo restrictiva hasta que haya señales claras de que las presiones inflacionarias subyacentes se reduzcan de forma duradera", señala el think tank de las economías desarrolladas.

"Todavía se necesitan más aumentos de las tasas de interés en muchas economías, incluidos Estados Unidos y la zona euro", defiende la organización, que considera probable que, dada la lentitud en el retroceso de la inflación subyacente, es probable que las tasas oficiales se mantengan altas hasta bien entrado 2024. No obstante, reconoce que el ajuste monetario representa un riesgo por la escala y duración inciertas del mismo y la amenaza de que la persistencia en el incremento de los costes o los márgenes, así como en las expectativas de inflación, obliguen a los bancos centrales a mantener las tasas más altas durante más tiempo del esperado actualmente, lo que desencadenaría turbulencias en los mercados financieros.

Sin embargo, por el momento y en el caso de España, el club de países estima que la inflación media de 2023 se situará en el 4,2%, seis décimas menos que lo esperado en noviembre. Es menos optimista respecto de la evolución de la inflación subyacente, que excluye el impacto de energía y alimentos, ya que ha revisado dos décimas al alza su previsión para este año, hasta el 5%.

La organización mantiene en el mismo nivel que en noviembre todas sus previsiones para España de cara al año 2024, tanto de inflación, en el 4%; como de inflación subyacente, en el 3,7%; como de PIB, en el 1,7%. El informe no incluye un análisis sobre el caso de nuestro país, sino que se centra en la evolución de la economía a nivel mundial.

"El crecimiento mundial se ralentizó el año pasado hasta el 3,2%, muy por debajo de las expectativas de principios de año, sobre todo contenido por el impacto de la guerra en Ucrania, la crisis de precios, y la ralentización en China. Ahora han empezado a aparecer más señales positivas, con tanto las empresas como los consumidores comenzando a comportarse mejor, los precios de la energía y de los alimentos empezando a caer, y la reapertura completa de China. Así, se espera que el crecimiento global se mantenga en el 2,6% y en el 2,9% en 2023 y 2024, años en los que seguirá teniendo un papel importante la subida de tipos de interés", explica la organización.

Para España, crecer un 1,7% en 2023 supone una importante ralentización frente al 5,5% registrado en 2022, pero este año el frenazo será común y ese 1,7% situará al país entre las economías avanzadas que más crecerán en 2023 y más del doble que el 0,8% estimado para la zona euro. Lo mismo sucederá con la inflación, que quedará aún alta, pero muy por debajo del 8,3% registrado el año pasado.

Por último, la OCDE espera que la tasa de inflación general media de la zona euro quede en el 6,2%, aunque para 2024 prevé que la subida de los precios entre los Veinte será menos intensa que en España, con una tasa promedio del 3%. La inflación subyacente, en cambio, estimada para la zona euro es del 5,2% para este año y del 3% el próximo.