Norges Bank Investment Management (NBIM), el fondo noruego de pensiones que controla un 1,5% del capital de Ferrovial, ha decidido cambiar de postura a pocas horas de que se celebre la junta de accionistas donde se votará el traslado de la sede social de la constructora a Países Bajos.

Hasta ahora, su posición era contraria y planteaba dudas sobre el plan de Rafael del Pino. Pero finalmente apoyará la iniciativa, pese a la ofensiva del Gobierno de Pedro Sánchez para que la matriz se quede en España.

Según la información que figura en su página web, votará de manera favorable a todos los puntos del orden del día, incluida la fusión inversa con la filial holandesa que absorberá la compañía.

"Cuando evaluamos transacciones corporativas, consideraremos también si hay suficiente transparencia para tomar una decisión completamente informada, si todos los accionistas son tratados de forma equitativa y si hay conflictos de intereses innecesarios", argumentaba hasta ahora el fondo para justificar su voto en contra de la operación anunciada en febrero.

El cambio de postura in extremis despeja las incógnitas sobre el plan de Del Pino, que busca poder cotizar en Estados Unidos mediante el paso previo por la bolsa de Ámsterdam. Sin embargo, las autoridades españolas niegan que necesite realizar la mudanza para poder entrar en el mercado estadounidense.

Esto mismo fue trasladado a Ferrovial por el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, a través de una carta dirigida el lunes al consejero delegado Ignacio Madridejos. Pese a ello, la constructora dice que hay obstáculos que le impedirían cotizar como pretende.

La Agencia Tributaria, además, tendrá en su mano asestar un golpe millonario a la compañía si tras el análisis de la operación, concluye que no tiene detrás motivos económicos válidos para el cambio de sede, más allá de verse fiscalmente beneficiada.

El fisco podría denegarle la posibilidad de acogerse al régimen especial de fusiones, que hace fiscalmente neutra la operación. Como consecuencia, debería pagar una cuantía millonaria por la plusvalías latentes que afloren con la operación.

La Junta de accionistas tendrá lugar este jueves en Madrid a partir de las 12:30 horas. Los accionistas que sean contrarios a la operación podrán votar en contra y acogerse a su derecho de separación para salir del accionariado de la empresa.

A cambio, recibirán 26,0075 euros, cerca del precio de cotización de la empresa. Tendrán un mes de plazo para salir desde que se publique oficialmente el acuerdo de fusión con la firma holandesa. Los derechos de separación no deberán superar los 500 millones para que la operación siga su curso, es decir, el 2,5% del capital.

Otros accionistas relevantes como Leopoldo del Pino, hermano del presidente de Ferrovial, también tienen intención de votar en contra del cambio. Este último es el cuarto accionista del grupo con un 4,15% del capital, aunque no parece que vaya a ejercer después su derecho de separación.