La recuperación del mercado de trabajo después de la pandemia está dejando rezagados a los parados de larga duración, aquellos que llevan más de dos años tratando de encontrar un empleo. Según el último informe de Adecco, este colectivo representó en 2022 el 30,1% del total de parados, un porcentaje tres puntos superior al del año anterior, lo que lleva al centro de estudios de la empresa de recursos humanos a alertar sobre su estancamiento.

Los datos de la EPA, que son los que utiliza este Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, apuntan que el paro de larga duración no se está reduciendo, tal y como está sucediendo con el empleo a nivel general. No sucedió lo mismo en el último trimestre del año, cuando los parados de larga duración aumentaron en 26.200 (+2%), pero la tendencia fue idéntica en el conjunto del mercado laboral en ese mismo periodo (+2%), y sí que se registró una reducción de los integrantes de ambos colectivos en el conjunto del año.

Sin embargo, si se atiende a la proporción de las personas sin empleo -inscritas en las oficinas del SEPE- que llevan dos años intentando encontrar uno, se percibe que ha crecido, en un año en el que los parados se han reducido. "Como proporción del total de personas sin empleo, considerando la media de los últimos cuatro trimestres, los parados de larga duración equivalen al 30,1% del total, 3 puntos porcentuales más que un año atrás", remarca el informe.

A lo largo del último año, este tipo de desempleados ha aumentado sobre todo en Canarias, en 5,4 puntos porcentuales, y en Asturias, en 4,5; situándose el colectivo en el 34,4% y el 35% del total de parados en ambas comunidades, respectivamente. Tras estos aumentos, Andalucía ha dejado de ser la comunidad autónoma con más parados de larga duración sobre el total, con un 31% un año antes, y con un 32% en 2022.

En cambio, Baleares es la región con menor proporción de parados de larga duración, con un 19,7%. Le siguen Aragón (22,4%), Cataluña (23%) y La Rioja (25%). Pero más importante es destacar aquellas comunidades donde el porcentaje de parados de larga duración ha bajado, algo que ha sucedido en Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla y León, Extremadura, Galicia, La Rioja y la Comunidad Valenciana.

Un 6% más de huelgas

El informe también analiza los datos de la EPA relativos a la conflictividad laboral, y concluye que el número de huelgas aumentó en los últimos tres meses de 2022 por sexto trimestre consecutivo, pero también en el conjunto del año, concretamente un 5,7%. Sin embargo se protestó de esta manera menos que en 2019, ya que en total se registraron 12 huelgas por trimestre, de media, frente a las 16,8 del año anterior a la pandemia.

Pero el número de huelgas se ha reducido más de la mitad en seis comunidades autónomas, con Cantabria registrando un 70% menos de huelgas, Castilla y León un 65% y Andalucía un 62%. El centro de estudios se limita a recopilar los datos, sin entrar en los motivos que puedan haber llevado a estas cifras.

Así, también apunta que la cantidad de trabajadores participantes en huelgas ha caído un 34% en el conjunto del año, llevando los huelguistas en el cuarto trimestre de 2022, el último del que se tienen datos, hasta los 16 por cada 10.000 ocupados. Es una cifra que ha caído en 15 comunidades autónomas, lo que lleva a Adecco a concluir que ha habido más conflictos, pero que han tenido un menor seguimiento en el conjunto del país.

Como es tradicional, los datos recogen que el País Vasco es la región con más trabajadores participantes en huelgas, con 126 por cada 10.000 trabajadores, cifra cuatro veces superior a la de la siguiente región con empleados más movilizados, que es Cataluña, con 30 participantes en paros por cada 10.000 ocupados. Después, les sigue Galicia, con 29 participantes, un 24% menos que un año antes.

En cambio, los que protestan son menos de 10 por cada 10.000 ocupados en Madrid (donde más hay, 7 por el mismo número de trabajadores), Extremadura (5), Castilla-La Mancha (4), Castilla y León, Andalucía y Comunidad Valenciana (3), La Rioja (2), Canarias y Murcia (uno) y Cantabria y Baleares (0,7 y 0,4, respectivamente). Son datos que están muy relacionados con las subidas salariales conseguidas por los trabajadores en un momento de fuerte inflación, en los que también se aprecia que las regiones con más actividad sindical consiguen mayores aumentos.