El euríbor comenzó a subir con fuerza en enero de 2022. El índice, al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas a tipo variable, empezó el año pasado en -0,5%, se puso en positivo en abril y acabó el año superando el 3%. Una subida de 350 puntos básicos en doce meses, provocada por los aumentos de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. En 2023, la subida continúa con fuerza. Aunque hubo un parón en marzo por el colapso bancario, todo apunta a que el euríbor tocará el 4% pronto.

Por el momento, la traslación de la subida de los tipos de interés de mercado al coste de la deuda viva de los hogares ha sido “todavía moderada” en 2022, según señala el Banco de España en su informe de Estabilidad Financiera. De hecho, apunta a que a finales del año pasado se había trasladado al coste de las hipotecas vivas de los hogares cerca del 30% de la subida registrada por el euríbor a doce meses. Este año, los hipotecados notarán el 70% de la subida del euríbor, pero también habrá que añadir el crecimiento del índice de 2023.

“Se espera un mayor encarecimiento de los préstamos bancarios a hogares en los próximos trimestres”, aseguran desde el Banco de España. Este encarecimiento se producirá, en particular, debido a la revisión de las cuotas hipotecarias en contratos preexistentes a tipo variable. El supervisor puntualiza que la mayor contratación a tipo fijo en los años recientes limita el tamaño de este canal de transmisión con respecto a periodos previos. Sin embargo, resalta que las hipotecas a tipo variable o mixto representaban todavía algo más del 70% del stock en diciembre de 2022.

En conjunto, el Banco de España espera que el actual ciclo de subidas de tipos de interés incremente la proporción de hogares endeudados con carga financiera elevada, en particular en algunos de los percentiles inferiores de renta.

Sin embargo, en el informe señalan que si las turbulencias bancarias en marzo se generalizaran a tensiones más amplias en los mercados financieros, estas podrían reducir las presiones inflacionarias, condicionando las decisiones de la autoridad monetaria sobre los tipos de interés. Es decir, si continúan las consecuencias de los colapsos de cuatro bancos estadounidenses y de Credit Suisse, el Banco Central Europeo podría decidir no seguir subiendo los tipos de interés, por lo que el crédito no se seguiría encareciendo. Esta situación podría suponer un alivio para la situación financiera de los hogares.

“El alivio que esto podría suponer para la situación financiera de los hogares podría verse contrarrestado por el menor dinamismo de la actividad, el aumento de las primas de riesgo y el menor acceso a la financiación ajena”, advierte el organismo.

Código de buenas prácticas

A pesar de que no se ha trasladado toda la subida del euríbor a la carga financiera de los hogares, muchas personas con deuda sí que se han visto afectadas por la nueva situación. Por ello, el Gobierno puso en marcha una reforma del Código de Buenas Prácticas de 2012 y creó uno nuevo para poder llegar a personas de renta media. Entre otras medidas, este nuevo código permite modificar las condiciones contractuales y dilatar en el tiempo el rápido aumento de los tipos de interés y su impacto en la carga hipotecaria.

Adicionalmente, para el conjunto de los hogares con deudas hipotecarias, la reforma normativa ha reducido de forma temporal los costes de amortización anticipada total o parcial de la misma y de la conversión de esta de tipo variable a fijo, algo que podría redundar en un proceso de desapalancamiento y reduciría su vulnerabilidad ante subidas adicionales de los tipos de interés.

Una de las principales conclusiones que ha llegado el Banco de España es que los hogares que se acojan a estas medidas se verán beneficiados con menor cuota, pero tendrán la deuda más tiempo. Sin embargo, tal y como matizan desde el Banco de España: “No tener acceso a estas ayudas podría convertirse en impago”, algo que se convertiría en un verdadero problema para la entidades

El Banco de España cifra en 549.000 los potenciales hogares que podrían acogerse al Código de Buenas Prácticas temporal aprobado en noviembre de 2022 para aliviar el impacto de la subidas de tipos de interés en las familias con hipotecas y en riesgo de vulnerabilidad, teniendo en cuenta una subida del tipo de interés de referencia de los préstamos hipotecarios de 400 puntos básicos (similar a la observada desde el inicio de 2022 hasta ahora).

Durante la presentación del informe, el director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España señaló que esta cifra de 549.000 hogares es distinta a la que el Gobierno manejaba en noviembre, cuando estimaba que un millón de familias podría acogerse a las medidas, ya que se han tenido en cuenta distintos rangos de subidas de tipos.