La industria nuclear española ha evidenciado la voluntad de extender su actividad más allá de 2035 y ha enseñado a Moncloa su intención de negociar un cambio de planes sobre el desmantelamiento de las centrales "si alguien decidiera lo contrario" en los próximos meses. Según ha explicado en la presentación de los 'Resultados nucleares de 2022 y perspectivas de futuro' Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear, el sector trabaja bajo el escenario del cierre de las centrales entre 2027 y 2035, "pero si alguien decide que la nuclear será necesaria en el futuro estamos preparados", señalaba Araluce en referencia a la posibilidad de un cambio de parecer en el Ejecutivo o un relevo favorable a la derecha a final de año que de luz a la continuidad de la actividad nuclear en el país.

El presidente de Foro Nuclear ha recordado que el calendario de cierre acordado en 2019 sigue siendo el escenario con el que se trabaja actualmente, si bien la situación energética en aquel momento era distinta a la actual. Por ello, si el Gobierno de España, responsable de la política energética, reconsiderase ese calendario, la industria nuclear española se pondría a su disposición para analizar las condiciones que se propusiesen, teniendo en cuenta que es esencial garantizar la viabilidad del parque nuclear español durante todo el tiempo que esté operativo.

"El que venga tendrá que pararse a pensar, sea el que sea, si vamos a seguir con las centrales nucleares o no. El debate nuclear tiene que ser una cuestión energética y no ideológica y política", ha concretado en respuesta a El Independiente el representante de la industria nuclear en España. De los 422 reactores existentes en 33 países, más del 45% han conseguido autorizaciones para operar 50, 60, 70 o, incluso, 80 años como en el caso de EEUU.

"Hay muchas voces que apuestan por la energía nuclear como uno de los pilares de la generación de electricidad", apunta Araluce, que destaca que aproximadamente un 10% de la energía eléctrica mundial viene de la nuclear, cifra que aumenta hasta el 25% en el caso europeo. "La nuclear sigue teniendo una importancia enorme y el debate esta ahí, hay ejemplos discrepantes como Alemania que ya ha cerrado sus últimas tres unidades, y la tendencia opuesta", comenta.

A la estrategia de operar a largo plazo los reactores existentes, se une la construcción de 58 unidades en 13 países y los numerosos anuncios de nuevos reactores en países con larga trayectoria nuclear como Francia o Reino Unido y en otros sin centrales como Polonia. "En estos proyectos participa de forma activa el sector nuclear español, que exporta tecnología de vanguardia, productos y servicios a más de 40 países y cuenta con reconocimiento y prestigio internacional", recuerda el presidente de Foro de la Industria Nuclear Española.

La nuclear saca músculo

El Foro Nuclear ha reivindicado su capacidad para generar el 20,26% de la electricidad del sistema con solo el 5,98% de la potencia instalada, así como su papel "esencial en la lucha climática", ya que el 31,75% del total de la producción eléctrica libre de CO2 en España durante 2022 vino de la nuclear.

En su camino hacia la transición energética la UE ha considerado a la nuclear como una energía necesaria al incluirla en sus mecanismos de Taxonomía, por lo que Araluce reclama la misma dotación de beneficios económicos y fiscales como que otras tecnologías en la misma categoría. "Si somos necesarios en la transición energética, hay que hacernos viables. Somos productores de electricidad, nos dedicamos a generar megavatios-hora. No entendemos por qué la tecnología nuclear tiene que estar tan penalizada y soportar tanta presión fiscal", aqueja Araluce.

La asociación de las nucleares españolas ha destacado como una de sus fortalezas su capacidad de "mantenerse siempre al día y con las últimas actualizaciones incorporadas". Precisamente, atendiendo siempre a la seguridad como prioridad y con el trabajo y compromiso del conjunto de la industria y de sus profesionales, añade el presidente de Foro Nuclear, "los titulares de las centrales nucleares invierten anualmente del orden de 200 millones de euros en actualizaciones y mejoras. De ahí que podamos afirmar que nuestras centrales son seguras, disponen de la última tecnología y, desde un punto de vista técnico, están preparadas para operar a largo plazo".