El índice de precios al consumo (IPC) repuntó en abril hasta el 4,1% en tasa interanual después de la caída de marzo, cuando los precios avanzaron un 3,3% (frente al 6% de febrero). Se trata de niveles más moderados de alza de precios que los que se registraban a principios de este año, sin embargo, el encarecimiento de los alimentos sigue creciendo a doble dígito.

En abril, la alimentación fue un 12,9% más cara que en el mismo mes del año pasado, aunque el encarecimiento es menor que el registrado en marzo, cuando la tasa fue del 16,5%. En lo que va de año, los alimentos y bebidas no alcohólicas han incrementado su precio un 3,4%.

Desde el Ministerio de Asuntos Económicos atribuyen el repunte de la inflación general al "efecto base" al compararse con el mes siguiente al estallido de la guerra de Ucrania. Cabe señalar que el frenazo en la escalada de precios del pasado mes, se explicaba precisamente por ese factor.

La tasa de inflación subyacente, que no incluye a los productos energéticos ni a los alimentos elaborados, fue del 6,6% en abril, frente al 7,5% que registró en marzo, ambos en tasa interanual. El departamento que dirige Nadia Calviño señala que la moderación en la subida de precio de los alimentos explica esta reducción de la inflación subyacente.

Algunos de los productos de la cesta de la compra, como las legumbres y hortalizas, la carne, el pan y los cereales, pero también la leche, el queso o los huevos subieron su precio menos de lo que lo hicieron en abril de 2022.

Desde Asuntos Económicos destacan que España se mantiene entre los países con menor inflación de la Unión Europea, un factor que aseguran "está favoreciendo la competitividad de las empresas españolas, como ponen de manifiesto las ganancias de cuota de mercado y el aumento de las exportaciones".