La guerra low cost que hay en el sector de las telecomunicaciones ha vuelto a dejar claro que las grandes operadoras son las que más sufren. Vodafone, última compañía en presentar sus datos y lo hace además de forma anual ya que tiene otros tiempos fiscales, ha ingresado un 6,5% menos durante los últimos doce meses y se queda en los 3.500 millones de euros.

No obstante, no todo son malas noticias para la compañía ya que ha las cuentas del cuarto trimestre muestran un cambio de tendencia en los datos de facturación por servicio a finales de año, ya que su descenso se redujo hasta el 3,7%.

El Ebitda en el año fiscal se mantuvo estable (-1,1%) alcanzando 947 millones de euros debido a la caída de ingresos por servicio y a mayores costes por energía, parcialmente compensados por eficiencias en la gestión de los costes y la recuperación de tasas de impuestos y fiscalidad. Asimismo, el margen de Ebitda aumentó en 1,3 puntos porcentuales.

Esta caída de ingresos se debe, fundamentalmente, por el menor número de clientes que tiene la compañía a cierre de su ejercicio anual. En concreto, la operadora perdió un total de 32.000 clientes en tres meses. Durante el año fiscal se produjeron 123.000 desconexiones de SIM’s temporales de empresas proporcionadas a las escuelas y Universidades durante la pandemia.

Los clientes de banda ancha fija se redujeron en 121.000 clientes (Clientes totales de Banda Ancha = 2,9 millones) y la base de clientes de televisión se redujo en 56.000 clientes (Clientes totales de TV = 1,5 millones). La base de líneas activas IoT conectadas se incrementó en 1 millón, alcanzando los 5 millones en España, lo que representa aproximadamente el 40% de la cuota de mercado en este segmento. 

Cabe recordar que estas son las primeras cuentas bajo el mandato de Mário Vaz, CEO de Vodafone Portugal, y que fue nombrado como CEO de Vodafone España desde el 1 de abril. El consejero delegado ha venido para acometer una profunda reestructuración y consolidar un modelo de gestión del negocio diferente con el objetivo de volver a situar a la compañía en la senda del crecimiento.