Economía | Empresas

En 2022

El sector de las bebidas de alta graduación repunta un 19% y alcanza récord de exportaciones

La hostelería, el turismo impulsan el consumo y las exportaciones alcanzan niveles récord

Varios clientes en una licorería. EFE

El consumo de bebidas espirituosas (whisky, ron, ginebra...) alcanzó los 197 millones de litros en 2022, lo que supone un 19,4% más que en 2021, un año todavía marcado por las restricciones aplicadas por la pandemia y se queda a punto de recuperar las cifras previas a la llegada de la crisis sanitaria. En todo caso, desde la patronal que preside Ignacio Osborne piden cautela a la hora de interpretar estos resultados, pues "el aumento de las ventas de bebidas espirituosas está por debajo de la inflación general acumulada en los años 2021 y 2022".

El tirón de la hostelería -donde se realizan 7 de cada 10 consumiciones de este tipo de bebidas- y el auge del turismo explican en buena medida la recuperación del consumo. Así lo recoge el Informe Económico y Social del Sector 2022 presentado este jueves en el Congreso Nacional de Bebidas Espirituosas, celebrado en Jabugo (Huelva), al que ha asistido el secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio, Fernando Miranda.

"Sin duda son datos positivos pero deben interpretarse con cautela. No estamos realmente en un cambio de tendencia, sino en los ajustes postpeandemia", ha expuesto Bosco Torremocha, director de Espirituosos de España. El sector produjo un total 328 millones de litros en el último ejercicio.

El crecimiento de las ventas del canal de hostelería se incrementó un 11,76% respecto al ejercicio anterior. Las ventas en el canal de alimentación en 2022, sin embargo, descendieron un 13%. Por su parte, la media anual de gasto per cápita fuera del hogar en bebidas espirituosas es de 52 euros, mientras que la media anual de gasto doméstico en estas bebidas es de casi 9 euros.

El 40% de la producción nacional de bebidas espirituosas se destinó a la exportación, con un total de 130 millones de litros. De hecho, esto ha permitido alcanzar un récord histórico, por encima de los 1.000 millones de euros en valor. La cifra refleja un incremento del 24% con respecto a 2021.

El sector contribuyó con 1.617 millones de euros a las arcas del Estado en el anterior ejercicio. Las bebidas espirituosas, remarcan desde la patronal, aportan el 73% de la recaudación por impuestos especiales, pese a representar solamente el 5% del consumo de bebidas alcohólicas. "Estamos batiendo récord de recaudación por impuestos especiales e IVA", dice Torremocha, aunque recuerda que la recaudación cayó un 16% en febrero frente al mismo mes del año pasado. "Es un dato que nos tiene que alarmar", alertó.

Además, la patronal remarca que "por cada euro generado por el sector, se generan otros cuatro euros de valor añadido a la economía", por lo que consideran que "sigue siendo un importante generador de riqueza y empleo". Así lo ha elogiado el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, durante su intervención telemática en el congreso anual. "Es un sector marca España. Es un sector claramente comprometido con el sector y la sociedad fuerte, resiliente y resistente. Hay que felicitarse por levantarse después de la pandemia", expuso.

En este sentido, desde la patronal calculan que por cada empleo directo atribuible al sector de las bebidas espirituosas, se generan nueve empleos indirectos, la mayor parte de ellos íntimamente relacionados con la restauración, la hostelería y el turismo. "En marzo de 2023 ya se está generando mucho mayor volumen de negocio que el año pasado en bares y restaurantes", enfatizó el director de la patronal, citando datos de Hostelería de España.

Por otro lado, también remarcan que el sector contribuye de forma importante a fijar población en la España rural, con más de 390.000 empleos directos e inducidos. En total, hay 3.800 centros de producción, de los que el 80% está en manos de familias. "España es un país destilador por excelencia", remarca Torremocha.

"Es preciso apoyar a las empresas como vosotras para que sigan creando riqueza y empleo. Las empresas no somos el problema, sino parte de la solución, pese a lo que digan muchos en clave electoralista", abundó el presidente de CEOE a pocos días de las elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo.

La recuperación del consumo no permite, eso sí, lanzar las campanas al vuelo en el aspecto económico. La patronal de las bebidas de alta graduación cree que la situación "sigue siendo complicada" en este aspecto. "Es un año lleno de incertidumbres con quizás demasiados procesos electorales", explica Torremocha.

El sector se vio en 2022 directamente impactado por el encarecimiento de materias primas y la energía y por la guerra de Ucrania, así como por la crisis mundial en el transporte y las cadenas de suministro que marcaron el arranque del ejercicio.

Pese al efecto champán que registró el consumo tras el fin de las restricciones por la Covid-19, "desde septiembre de 2022, el consumo nota síntomas de desaceleración y así lo hemos vivido en los últimos meses, con caídas de doble dígito". Por ello, los productores de bebidas espirituosas dicen ver "con preocupación la incertidumbre económica y el enfriamiento que las ventas registran desde el último trimestre del año".

Para este 2023 esperan que el mercado se estabilice y que se contenga la tendencia inflacionista y el enfriamiento económico de los últimos meses. "Es necesario mantener la estabilidad y apostar claramente por medidas de refuerzo de la economía, el consumo, recuperar el liderazgo en turismo y apoyar a sectores claves como la hostelería y el turismo", señala Torremocha. "Estamos en un momento crucial, a punto de recuperar niveles prepandemia. Saber entender el momento y poner en práctica políticas acertadas será la clave para conseguir la estabilidad que tanto necesitan consumidores y empresas", añade.

"Estamos convencidos de que este sector está haciendo su trabajo y por su influencia en sectores como turismo y hostelería, que son motores de España", ha expuesto Miranda, tras elogiar las cifras de exportaciones. "Es un éxito que pone de relevancia lo bien que lo está haciendo el sector", ha añadido antes de felicitar a la organización por el nuevo etiquetado.

Todas las categorías salvo el brandy registran crecimientos por encima del 4%. El whisky se dispara un 8,9%. Se trata de la categoría más consumida con un 24,5% de la cuota de mercado. El consumo de licores, que acaparan otro 21,6%, se elevó un 12,8%. La ginebra, que supone el 19,5% del total, también subió un 12,9%, mientras que el ron (14,6%) se elevó un 15,2%.

Por su parte, el brandy representa el 8,7% del mercado y se mantuvo estable en 2022. El anís (5,6%) subió un 6,1% y el vodka (4,2%) se vio incrementado en un 9,8%. También aumentó el ponche y el tequila. Este último registró el mayor crecimiento de todos, con un repunte del 30% hasta suponer el 0,6% del mercado.

La Federación Española de Espirituosos es la entidad que agrupa desde 1999 a la práctica totalidad de productores y distribuidores de bebidas alcohólicas procedentes de la destilación de materias primas agrícolas en España. Según sus datos, el sector ha invertido 29 millones de euros en el desarrollo de sus iniciativas en materia de responsabilidad social, con programas y campañas de mediante las que promueve el consumo responsable de bebidas alcohólicas.

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