El consumo de los no residentes en España está siendo crucial para la recuperación de la economía después de la pandemia del coronavirus. Y este segundo trimestre su aportación aumentará, cuando se espera que el nivel de gasto de los extranjeros supere en un 60% al registrado en el mismo periodo de 2019. Como resultado se están viendo beneficiados los destinos de playa y las ciudades más turísticas del país, según datos incluidos en el último informe de previsiones macroeconómicas de BBVA Research.

En el conjunto del año, BBVA espera que las exportaciones -el cajón del cálculo del PIB donde se contabiliza el turismo extranjero, de igual modo que el gasto de los españoles fuera del país entra dentro de las importaciones- aumenten un 5% frente al año pasado, y que las importaciones lo hagan un 3,4%. En cambio, se espera que las exportaciones de la eurozona aumenten un 2% y que las importaciones lo hagan un 1%.

El dato podría parecer anecdótico, pero no lo es porque explica hasta qué punto el crecimiento del PIB actual tiene que ver con que miles de extranjeros están optando por venir a España a gastar, eligiendo nuestro país por encima de otros más caros. En parte por este auge turístico el conjunto de casas de análisis que elaboran previsiones macro están revisando al alza el crecimiento de la economía española para este año.

BBVA Research, en concreto, ha mejorado su previsión de avance del PIB del 1,6 al 2,4%, un aumento nada desdeñable de 8 décimas. "En parte, la mejora se explica por revisiones estadísticas, pero también por una sorprendente y positiva evolución de las exportaciones", recoge el centro de estudios. Lo mismo apuntaba a principios de mes la OCDE, que estima que España sumará un 2,1%, cuatro décimas más que en sus previsiones de marzo, y en ese avance tendrá un papel principal la demanda externa.

¿Cómo puede influir tanto el gasto de los extranjeros en el crecimiento de la economía española? De acuerdo, las exportaciones de servicios están incrementándose. Es decir, que las ventas de servicios empresariales al extranjero o a ciudadanos extranjeros, ya sea de tecnologías, telecomunicaciones y transporte han aumentado -en concreto, un 30% en total desde finales de 2019- frente a los bienes que España ha vendido fuera -que han crecido un 5,5% frente a niveles prepandemia-.

Es algo que tiene que ver con la preferencia de los turistas de fuera por España, más barata que otros países del entorno, pero también con la pérdida de poder adquisitivo de los españoles, que les ha empujado a ajustar sus viajes al extranjero, reduciendo su consumo fuera del país. Un cambio de comportamiento que influye directamente en las cifras de PIB, ya que este se calcula sumando el consumo, la inversión, el gasto público y la diferencia entre las exportaciones y las importaciones.

Y si los españoles gastan menos fuera, el PIB registra menos importaciones, y por tanto crece más. Precisamente el año pasado los españoles sufrieron la mayor pérdida de poder adquisitivo registrada desde que existen datos comparables, al subir los precios un 8,5% -la inflación más alta desde 1986- y crecer los salarios tan solo un 2,8%. Solo los trabajadores de Italia y de República Checa perdieron el año pasado más poder adquisitivo que los españoles.

En sentido contrario, gran parte de los hogares europeos sí han recuperado el poder adquisitivo perdido durante la pandemia, lo que les permite viajar, algo que además merma el crecimiento de sus países porque beneficia al PIB de los países visitados y no al de sus lugares de origen. Eso también explica por qué España creció el año pasado más que el resto de economías del euro, en un momento en el que sus exportaciones representaron 3,1 puntos de los 3,3% que avanzó el PIB, algo que no sucedió en ningún otro país europeo.

En el primer trimestre, el número de turistas extranjeros que llegaron a España se situó en los 13,7 millones de personas, cuatro millones más que en el primer trimestre del año pasado, aunque aún está un 3,5% por debajo del nivel de la pandemia. Pero en total se dejaron 17.200 millones en el país, un 12% más que en 2019, ascendiendo el gasto medio por turista. Así, en el primer trimestre las exportaciones de servicios aportaron 2,5 puntos del crecimiento del PIB.