España bate récord en fabricación y exportación de cerveza. Pero la caída del consumo por la pandemia y la posterior escalada de costes de producción ha dejado muy tocado al segmento más débil del sector, las pequeñas cerveceras independientes que han ido apareciendo durante la última década por toda la geografía española.

De hecho, el 30% de las que había antes de la llegada de la crisis sanitaria han tenido que cerrar sus puertas, según el 'Informe Socioeconómico del Sector de la Cerveza en España en 2022' presentado esta semana por la asociación Cerveceros de España y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

El denominado segmento craft ha registrado solo en el último año un descenso del 3% tanto en producción como en número de centros operativos respecto al año 2021. De las cubas de esas cerveceras que producen menos de 50.000 hectolitros al año salió una producción un 20% inferior a la de 2019.

Las cerveceras más pequeñas tenían especial presencia en el canal de hostelería. Y la caída del consumo que todavía se deja notar ha supuesto un duro golpe para negocios, en su mayoría, de origen familiar. "Los cierres, restricciones de movilidad y horarias de 2021 y principios de 2022 fue un mazazo para las grandes cerveceras y muchas de las pequeñas no han podido sobrevivir", explica en conversación con El Independiente el director general de Cerveceros, Jacobo Olalla Marañón.

Al problema que supuso el cierre del canal por donde salía la mayoría de la producción se sumó un problema no solo de costes sino también de disponibilidad de materias primas. "Tenían problemas hasta para encontrar latas", añade tras subrayar los fuertes incrementos de precios que han tenido que soportar en bienes tan básicos para el sector como la malta o la cebada.

"Las que han caído han sido sobre todo las muy pequeñas o las que tenían un solo cliente, que eran ellos mismos", resume. Se trata este último caso de los brewpubs. Estas pequeñas compañías no han podido beneficiarse de las ventajas de las economías de escala que tienen los grandes grupos ni tienen tan fácil el acceso al crédito y la financiación. No en vano, el 76% de la cerveza elaborada por este segmento procede del 20% de las fábricas.

Pese a todo, "muchas han sobrevivido gracias a que se les ha ayudado en la exportación", agrega el presidente de Cerveceros, que presume del grupo de internacionalización en el que colabora el ICEX. De cara a las elecciones generales del 23 de julio, desde la organización reclaman al próximo Gobierno que salga de las urnas un trato fiscal más amable para que las pequeñas cerveceras puedan sobrevivir a la actual coyuntura.

Reducir el impuesto específico

Se trata de "hacerles la vida más sencilla", dice Olalla Marañón y que soporten una menor carga fiscal. Aunque ya ha habido algunos avances en este sentido, desde Cerveceros reclaman que el próximo Ejecutivo "reduzca el impuesto especial de la cerveza a este segmento como hacen otros países de Europa". La legislación comunitaria, destaca el presidente de la patronal, permite que las cerveceras paguen un 50% menos del impuesto específico de la cerveza. "Apenas va a tener efecto en la recaudación", esgrime. Pero puede ser un balón de oxígeno para muchas empresas, a las que también pide reducir la carga burocrática en su relación con la Administración tributaria.

Una encuesta del pasado año realizada por la Asociación Española de Cerveceros Artesanos Independientes reflejaba que 9 de cada 10 cerveceras artesanales aseguraba que la espiral inflacionaria estaba afectando de forma virulenta a su negocio. Más de la mitad -un 57,7%- decía que la situación estaba poniendo en peligro su viabilidad, mientras que un 38,5% creía que le estaba afectando ‘mucho’.

Aunque muchas decidieron subir precios, "los cerveceros artesanos no podemos repercutir el incremento de los precios en nuestra cerveza al mismo ritmo, ni de lejos, que el de los costes reales, lo que nos deja en una situación complicada teniendo en cuenta que la cerveza no es producto de primera necesidad", decía hace unos meses el presidente de AECAI, Javier Donate.

A nivel general, el número total de industrias cerveceras inscritas en el Registro Sanitario en España fue de 491, 16 menos que en 2021. La comunidad autónoma con un mayor número de centros de producción es Cataluña, con 110 centros. Le sigue Andalucía (72), Castilla y León y la Comunidad Valenciana (con 41 centros cada una). Los que producen menos de 50.000 hectolitros se sitúan en unos 270, sostiene el informe. Pese a todo, "en el tramo de 501 a 1.000 hl de producción se han incrementado tanto el número de cerveceras como la producción", abunda el texto.

A nivel global en España, la producción de cerveza se elevó un 7,9% en 2022, hasta alcanzar los 41,1 millones de hectolitros. Esto sitúa a nuestro país como el segundo elaborador de cerveza de la Unión Europea, solo por detrás de Alemania. Las ventas al exterior alcanzaron los 4,2 millones de hectolitros, un 13,4 % más que en 2021. El consumo de cerveza en hostelería impulsado por el turismo registró una subida de casi el 32%, aunque todavía queda por debajo de los niveles previos a la pandemia.

"Es vital que sigamos avanzando hacia la recuperación total del consumo en hostelería para seguir apoyando a los cerveceros craft, quienes son los que más han sufrido las consecuencias de la pandemia y la inflación", concluye Olalla Marañón. En cualquier caso, opina que "hay sitio para todos".

"La cerveza es un producto muy transversal y popular, donde conviven marcas trasnacionales con marcas regionales", explica. "Gracias al incremento de la cultura cervecera, el consumidor español también quiere encontrar otros tipos de cerveza para otros momentos de consumo distintos", abunda.

Según recoge el informe, Mahou-San Miguel encabeza la clasificación de mayores productores con 12,81 millones de hectolitros, seguido del Grupo Damm (11,34), Heineken España (10,07), Hijos de Rivera (4,81), Compañía Cervecera de Canarias (1,07), Grupo Ágora (0,88). Las pequeñas cerveceras tuvieron un total estimado fue en 2022 de 0,14 millones de hectolitros.