La banca española se ha situado a la cola de la zona euro en términos de solvencia en el primer trimestre. Una posición que ya ha ocupado en ocasiones diferentes. En concreto, las diez entidades del país analizadas tuvieron una ratio de capital ordinario CET 1 del 12,71%, según se recoge en las estadísticas supervisoras del sector bancario del Banco Central Europeo correspondientes al primer trimestre de 2023. A pesar de estar en última posición, la ratio ha aumentado respecto a meses anteriores.

El ratio de capital mide la salud financiera de un banco. Pone en relación los fondos con los que cuenta para hacer frente, de forma inmediata, a posibles imprevistos, con el riesgo que asume a través de los activos que tiene en el balance. Para demostrar su solvencia, las entidades financieras están obligadas por el regulador a mantener un porcentaje de capital en relación a sus activos con riesgo.

El sector bancario español se posiciona como el peor de los 26 países del ejercicio y casi tres puntos porcentuales por debajo de la media de todos los bancos de la zona euro que se situó en el 15,53% al cierre del mes de marzo. Los 111 mayores bancos de la zona del euro subieron en el primer trimestre desde el 15,38 % del trimestre anterior y del 14,99 % en el primer trimestre de 2022.

En Estonia es donde está la ratio de capital más alta de la zona euro, en el 22,56%. Entre las categorías de modelo de negocio aplicadas en el Mecanismo Único de Supervisión, las entidades de importancia sistémica mundial (EISM) registraron la ratio de CET1 agregada más baja (14,45%) y las entidades de desarrollo/promocionales, la más elevada (31,19%).

A Estonia le siguen los grupos financieros de Letonia (21%) y los de Luxemburgo (ligeramente por encima del 20%). En el otro lado de la tabla, por encima de los bancos españoles, están las entidades de Grecia (14%) y las de Austria (ligeramente por debajo del 15%). Los bancos de estos dos países también están por debajo de la media agregada del sector de los bancos de la eurozona.

Desde Renta 4 apuntan que hay que coger con cautela esos porcentajes porque “hay falta de comparabilidad” entre los datos. Tal y como explican desde la entidad, estas ratios de capital salen de modelos internos de riesgos y en el caso de la banca española son “más exhaustivos”. De esta manera, las entidades de España “salen peor en la foto”. Anteriormente, estos modelos estaban unificados, es decir, se medían por los mismos parámetros, pero ahora mismo no. Por ello, insisten en que tener el CET1 más bajo no significa que “los bancos estén mal”.

Cada año, el BCE determina estos niveles mínimos de capital en función de los riesgos de cada entidad. El objetivo es que los bancos cuenten con suficientes fondos propios para absorber potenciales pérdidas. Durante 2022, el supervisor reclamó prudencia a la banca para que conserven altos niveles de capital ante la previsión de un deterioro de la economía provocado por la crisis de altos precios y la acelerada subida de tipos de interés. Y la media de todos los bancos ha mejorado en comparación a trimestres anteriores.

Las diez entidades analizadas por el BCE superan el requisito CET1 marcado por el supervisor. Un porcentaje que se actualiza cada año, salvo en el caso de Bankinter que es cada dos. En 2023, la ratio de capital requerida para Bankinter es del 7,73% y su cifra es 11,79%; en el caso de Unicaja, la ratio requerida es de 8,27% y su último dato es de 12,75%. El BCE exige a Banco Santander obtener un CET 1 del 8,91% y su cifra es de 13,11%; a BBVA le exige un 8,72% su última cifra es de 12,97%; a CaixaBank, un 8,44% y tiene un 12,66%. En el caso de KutxaBank, la exigencia del supervisor es una ratio del 7,68% y está en el 11,70%. En Abanca, es de 8,13% y su cifra es de 12,50%; Ibercaja tiene la exigencia del 8,21%, pero el último dato es del 12,65%. Finalmente, el BCE exige a Cajamar una ratio del 8,41% y su cifra es del 13%.

Por otro lado, esta estadística también mide la calidad de los activos a través de diferentes métricas. Una de ellas es la ratio de préstamos dudosos (ratio NPL) excluidos saldos en efectivo a la vista. En el primer trimestre de 2023, esta ratio disminuyó ligeramente en el conjunto del sector bancario de la eurozona hasta situarse en el 2,24%.

En términos agregados, la relación entre los préstamos en vigilancia especial (stage 2) y los préstamos totales se redujo hasta el 9,31 % (desde el 9,62 % del trimestre precedente). Las existencias de créditos con un "significativo incremento" de riesgo de crédito subieron hasta 1,351 billones de euros (1,380 billones de euros en el trimestre anterior).

La rentabilidad sobre recursos propios (RoE) de los 111 bancos que supervisa el BCE subió mucho hasta el 9,56%, en comparación con el 7,68% de todo el 2022, por el aumento de los ingresos operativos debido al incremento de los ingresos por intereses del 24 % interanual y la caída de los deterioros y provisiones.

La rentabilidad sobre recursos propios es el porcentaje que se obtiene al dividir el beneficio neto después de impuestos entre los fondos propios, que son el capital y las reservas, e indica la rentabilidad de un banco y su capacidad de remunerar a los accionistas con el capital que han invertido. Cuanto más alta es la rentabilidad sobre recursos propios, mayor es la rentabilidad del banco en función de los recursos propios.

El porcentaje de la rentabilidad sobre recursos propios varía mucho entre países. Los diez bancos españoles que supervisa el BCE tienen un RoE del 11,34%, los franceses del 7,60%, los alemanes del 6,42% los italianos del 13,13%, los holandeses del 11,13%, los portugueses del 14,44%, los irlandeses del 8,78 % y los griegos del 11,35%.