Turbulencias en el sistema bancario mundial. Dos rescates de dos bancos en menos de diez días han vuelto a poner el foco en el sector. Además, las caídas pronunciadas en bolsa hacen que los pensamientos vuelvan a la crisis financiera de 2008. Pero aunque parece la misma historia han pasado 15 años y la situación ha cambiado. Los bancos españoles se encuentran en una buena situación de liquidez y de rentabilidad, a pesar de que han perdido 25.000 millones de euros en bolsa.

Una de las principales conclusiones del informe Unión Bancaria, un desafío entre crisis superpuestas, elaborado por PWC, apunta que la banca europea y española, en concreto, en concreto se encuentra en “mejor situación que nunca”, en términos de solvencia, de calidad de activos, de liquidez y de rentabilidad, para afrontar la situación actual de los mercados.

El pasado 9 de marzo quebró el Silicon Valley Bank tras anunciar una ampliación de capital por 1.750 millones de dólares. El objetivo era hacer frente a las pérdidas de 1.800 millones de dólares (1.704 millones de euros) registradas previamente por la venta de una cartera de títulos de renta fija deficitaria por valor de 21.000 millones de dólares (unos 19.671 millones de euros). Las acciones se hundieron un 60%. Este desplome se propagó por las bolsas mundiales. El miedo a un efecto contagió tiñó a los principales índices bursátiles de rojo.

Uno de los principales problemas de la entidad californiana, cuyo modelo de negocio es muy específico, fue que invirtió el exceso de liquidez en bonos bonos del Tesoro a largo plazo, unos activos que se han visto afectados en los últimos meses por la subida de los tipos de interés de la Reserva Federal. Así, el banco no se encontraba bien posicionado para afrontar una situación de aumento de tipos de interés y una ralentización del crecimiento de los préstamos.

Cuando las aguas parecían tranquilas, llegó el desplome de Credit Suisse. La entidad suiza cayó un 25% después de que detectara una “debilidad material” en el en el control interno de la información financiera de la entidad y que está desarrollando un plan para subsanarlo, incluyendo el fortalecimiento del marco de control y riesgo. Además, el máximo accionista comunicó que no ampliaría su participación en la entidad.

Esto ha provocado que Credit Suisse haya tenido que recurrir al banco nacional suizo por un préstamo de unos 54.000 millones de dólares. El Banco Central Europeo preguntó a los bancos europeos por su exposición a la entidad suiza y ser reunió de urgencia. La conclusión fue que no hay riesgo para la banca europea.

Ningún banco español tiene una exposición relevante a Credit Suisse. Pero su caída, junto a la de SVB ha provocado que hayan caído con fuerza en bolsa. Los seis bancos españoles han perdido 25.300 millones de euros desde el pasado 9 de marzo. En la sesión del viernes, Banco Santander se dejó un 4,6%; BBVA, un 3,57%; Banco Sabadell cayó un 3,44%; Bankinter, un 2,7%; Caixabank, un 1,8% y Unicaja cedió un 1,7%.

Indicadores bancarios

Hay varios indicadores que muestran que la situación de los bancos españoles es sólida. Uno de ellos es la ratio de cobertura de liquidez, que refleja las capacidades del sector financiero europeo para cumplir con sus obligaciones a corto plazo. La media de la ratio de liquidez a corto plazo (LCR) en Europa es del 165%, mientras que en EEUU es del 118% y en España, del 184%. Los principales bancos españoles superan de manera holgada los requisitos del 100% de cobertura de liquidez y del coeficiente de financiación estable neta, según un informe elaborado por Autonomous Research que utiliza datos a cierre del cuarto trimestre de 2022.

Entre los grandes bancos, destacaba CaixaBank, con una ratio de cobertura de liquidez (LCR) del 291%, seguido por Sabadell, con una ratio del 234%. Por detrás, Bankinter registraba una ratio LCR del 218%, Santander, del 161% y BBVA del 159%. Esta ratio LCR mide la relación entre los colchones de activos líquidos de alta calidad que tiene cada entidad y las salidas de efectivo que pueden afrontar durante un periodo de 30 días de tensiones de liquidez. Los datos que maneja PWC en el informe son del tercer trimestre de 2022 cuando la ratio de liquidez de la banca europea se situó en el 162%,veinte puntos más que a finales de 2016.

Pero donde la mejoría ha sido más significativa, y en parte sorprendente, es en la calidad de los activos de los bancos europeos. Entre junio de 2015 y septiembre de 2022 el índice de préstamos dudosos (NPLs, en inglés) bajó del 7,5% al 1,8%. “La presión de los supervisores para que las entidades sanearan sus carteras de crédito ha sido muy intensa y la consecuencia ha sido que se han disparado las ventas, las titulizaciones y las amortizaciones de préstamos”, comentan en el informe. La previsión era que los créditos dudosos y la morosidad aumentasen, pero han seguido cayendo.

Según el informe Unión Bancaria, un desafío entre crisis superpuestas las fuertes minusvalías latentes acumuladas por el sector en deuda pública soberana, tras la subida de rentabilidad de los activos en renta fija. Las pérdidas en las valoraciones de las carteras de los bancos españoles son significativas, por su elevada exposición a estos títulos. En junio de 2022, mantenían 500.000 millones en deuda soberana, un 8% más que a finales de 2021. De esa cantidad, el 52% correspondía a deuda pública española.