Los precios de los hoteles están batiendo récords en el mes de julio. La subida del ingreso por habitación no para de crecer en los últimos meses. Y las categorías más altas son las que más están incrementando sus tarifas respecto a antes de la pandemia.

En los hoteles de cinco estrellas, la tarifa media diaria por habitación ocupada es un 84% más alta que en el mismo mes de 2019, según los últimos datos de la Coyuntura Turística Hotelera que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si en el último julio previo a la pandemia era 212 euros, ahora alcanza los 298,6 euros.

Se trata de una diferencia de precio muy superior a la media del sector hotelero, que ha pasado de 102,8 a 128,8 euros, un 25% más. Si se mira el mes de julio del año pasado, el incremento es del 6,8%. Por aquel entonces, costaban una media de 121,4 euros. Esto refleja, eso sí, una moderación en las subidas de precios, con la tasa más baja de los últimos dos años.

En la categoría de cuatro estrellas, ha pasado de 111,5 a 134,8 euros (un 25% más). Hace un año, el ingreso medio era de 129,3 euros, lo que supone una subida del 4,5% en doce meses. En los de tres estrellas, la tarifa media ha pasado de 88,2 en 2019 a 110 euros este mes de julio. Hace un año era 101,8, lo que implica un crecimiento del

Pese a la coyuntura de precios, la ocupación no parece estar resintiéndose mucho. Los datos del INE reflejan 43,1 millones de pernoctaciones, lo que supone un aumento del 2,5% respecto al mismo mes de 2022, cuando hubo 42,1 millones. El 35,6% fue de viajeros residentes en España.

Otra cosa es la rentabilidad. Un indicador clave para medirla es el ingreso medio diario por habitación disponible (RevPAR). Los datos del INE constatan que este parámetro condicionado por la ocupación también ha crecido de manera notable respecto a antes de la pandemia. Ahora se sitúa en 96,5 euros, frente a los 76,9 euros de 2019, un 25% más. Respecto al año pasado, se ha incrementado un 7,5%.

Al igual que las tarifas, el crecimiento de la rentabilidad también muestra diferencias en función de las categorías. Los de cinco estrellas han pasado de 162,3 en julio de 2019 a 216 euros este año (+33%); los de cuatro, de 91,3 a 110 euros (+20,4%); los de tres, de 69,3 a 85,2 euros (+33%).

Las grandes cadenas como NH o Meliá están apostando claramente por los segmento más premium. Y en sus planes estratégicos reconocen como una prioridad el incremento de los precios frente a la mejora de la ocupación. Ambas compañías han conseguido ya dejar atrás los números rojos que acompañaron a la crisis sanitaria, que supuso un mazazo para las cuentas y un incremento de su endeudamiento. Al igual que el resto de empresas, están teniendo que hacer frente además a un fuerte incremento de costes. Sobre todo, en las partidas de energía y alimentación.

A nivel global, los siete primeros meses de 2023 acumulan un incremento de las pernoctaciones del 10,8% respecto al mismo periodo del año anterior. Además, la estadística del INE asegura que superan las de los siete primeros meses del año 2019. Eso sí, la estancia media desciende un 0,6% respecto a julio de 2022, situándose en 3,4 pernoctaciones por viajero.

Los hoteles de cinco estrellas registraron 720.415 viajeros alojados en sus establecimientos. En esta categoría, los residentes en España fueron 208.926 frente a los 511.489 residentes en el extranjero. Es decir, los nacionales representaron el 29% del total.

En categorías como la de cuatro estrellas, el reparto es más ajustado. De los 6,07 millones de viajeros, 2,68 eran residentes en España, el 44%. El resto, 3,39 millones eran foráneos. Lo mismo ocurre con los alojamientos de tres estrellas. De los 3,29 millones de viajeros alojados, 1,5 millones eran residentes en España, el 45%. Los 1,78 millones restantes eran de fuera.

A nivel global, los turistas británicos y alemanes acaparan el 25,5% y el 16,6% de las pernoctaciones de no residentes en establecimientos hoteleros en julio. Las de los viajeros procedentes de Francia, Países Bajos y Italia suponen el 8,6%, 4,8% y 4,4%, respectivamente.

Según los datos publicados esta semana por el organismo público Turespaña, nuestro país roza los 53,5 millones de pasajeros procedentes de aeropuertos internacionales en los siete primeros meses del año, un 21,6% más que en el mismo periodo de 2022 y solo un 1,6 % menos que en 2019. En julio vinieron más de 10,3 millones de pasajeros procedentes de aeropuertos internacionales, un 11,5 % más que el año anterior.

Aunque el número de pasajeros procedentes de mercados como Italia, Francia, Países Bajos o Portugal es ya superior al previo a la crisis sanitaria, los llegados de Reino Unido y Alemania todavía están por debajo de aquellos registros.

Por destinos, y pese a la influencia de las olas de calor sobre el turismo, las Comunidades de Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana son los destinos principales de los viajeros residentes en España en julio, con el 23,8%, 15,2% y 12,8% del total de pernoctaciones, respectivamente. En cuanto a la ocupación, el mes de julio se cubrieron el 70,2% de las plazas ofertadas, con un aumento anual del 1,3%. El grado de ocupación por plazas en fin de semana sube un 1,5% y se sitúa en el 74,1%.