El desconcierto sigue siendo palpable en el Gobierno tras la operación acometida por la mayor empresa de telecomunicaciones saudí, STC, en el capital de Telefónica. Tras varios días en el que se comunicó que la operadora irrumpía en la empresa española, el Ejecutivo parece dividido y aún no tiene una estrategia clara de cómo actuar.

En un plazo de dos meses, el Ministerio de Defensa y el Gobierno deberá decidir si deja que Saudí Telecom controle el 9,9% de Telefónica. STC ya tiene en su cartera el 5%, pero deberá recibir el plácet del Estado el resto del 4,9% por motivos regulatorios.

Mientras se examina al detalle la operación que ha puesto en alerta al mundo empresarial y a la política española, el Gobierno duda de si dar entrada a Saudí Telecom o no en Telefónica. Este viernes, Yolanda Díaz se mostró contraria debido a la importancia que tiene la operadora española para los intereses de los españoles y los organismos públicos y por la cantidad de información sensible que atesora la teleco.

Este sábado, durante la reunión del G-20 en la que se encuentra Nadia Calviño, una vez que Pedro Sánchez dio positivo por Covid y no ha podido acudir a la cita, ha reprendido las palabras de Yolanda Díaz. La vicepresidenta ha reiterado a su vez la seriedad de España, un país que ha dicho que atrae importantes inversiones estratégicas del exterior y que va a seguir adoptando decisiones con rigor. "España es un país serio", ha zanjado.

También ha hecho hincapié en que el Gobierno ha reforzado todos los mecanismos disponibles para garantizar que se va a proteger el interés general haciéndolo compatible con las inversiones extranjeras y ha recalcado que también se va a actuar así en esta ocasión.

"Desde el Gobierno -ha subrayado- aplicaremos todos los mecanismos necesarios", pero no ha confirmado si el Gobierno dejará o no entrar a STC como máximo accionista de Telefónica.