El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a subir los tipos de interés este jueves, lo que supone la décima subida consecutiva en 15 meses y eleva el precio del dinero al 4,5%. Tras la subida del 0,25%, los tipos generales alcanzan su nivel máximo desde 2008 y se acercan a niveles máximos históricos.

De esta forma, el BCE cumple con lo esperado por el mercado, que consideraba esta opción la más probable. Desde que empezase con este cambio de tendencia en julio del pasado año, se trata de la subida más pronunciada y más larga de la historia del BCE.

Los tipos de facilidad de crédito y de facilidad de depósito también han aumentado en 25 puntos básicos y se han situado en el 4,75% y en el 4%, respectivamente.

El objetivo de la institución es que la inflación vuelva al nivel de estabilidad de precios, que sitúa en el 2%. Por ello, ha decidido seguir incrementando los tipos y rechaza, por el momento, las pausas, como sí realizó la Fed estadounidense en junio de este año.

El consejo del BCE afirma que "la inflación continúa bajando pero seguirá todavía demasiado alta durante demasiado tiempo". De hecho, según las previsiones de la institución, el objetivo del 2% no se alcanzaría en el conjunto de la zona Euro hasta después de 2025, para cuando espera que se sitúe en el 2,1%. Para este año, el BCE considera que la inflación será del 5,6% y del 3,2%, en 2024.

El supervisor pone el foco en los precios de la energía para elevar las previsiones sobre la inflación de este año y del siguiente. De la misma forma, se han revisado a la baja las tasas de inflación subyacente previstas.

El BCE asegura que "las condiciones de financiación se han endurecido aún más y están frenando cada vez más la demanda, lo que es un factor importante para que la inflación vuelva a alcanzar su objetivo". Al ajustarse la demanda, el consejo prevé que el crecimiento económico sea menor. Ahora esperan que la economía de la zona del euro se expanda un 0,7% en 2023, un 1,0% en 2024 y un 1,5% en 2025. 

Lagarde no aclara si se ha llegado "al pico" de la subida

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha reconocido en la rueda de prensa posterior a la subida de 25 puntos básicos acordada este jueves que el foco a la hora de determinar el precio del dinero se desplazará hacia la "duración" de los tipos altos y, también, que no ha existido unanimidad en la reunión que fijó el alza de tipos, si bien no ha aclarado si los tipos han alcanzado el "pico" con esta última subida.

Lagarde ha afirmado que los tipos de interés "han alcanzado niveles que, de mantenerse por un tiempo lo suficientemente prolongado", contribuirán de forma "sustancial" a devolver la inflación al entorno del 2%, si bien no se ha abordado qué se entiende por 'tiempo suficientemente prolongado'. Posteriormente ha matizado que la frase no equivale necesariamente a que estemos en el "pico" de tipos.

"El foco de atención se va a desplazar probablemente un poco más hacia la duración, pero no quiere decir, porque no lo podemos decir, que ahora estamos en el pico", ha advertido, para añadir que el BCE se asegurará de que la política adoptada sea lo "suficientemente restrictiva" como para controlar la inflación. Lagarde también ha admitido que la palabra 'recorte' [de tipos] "ni siquiera ha sido pronunciada" en las reuniones del BCE.

En cuanto a la toma en sí de la decisión de hoy, Lagarde ha confirmado que "algunos habrían preferido hacer una pausa" y esperar a una reunión futura para evaluar con "mayores certezas" los efectos de los incrementos ya acometidos. No obstante, la exministra de Economía gala ha asegurado que ha existido "una mayoría clara" que ha respaldado la subida de tipos acordada.