Quiso ser detective y vivir pegada a un microscopio examinando las unidades más pequeñas de la vida. Pero la universidad tenía otros planes para ella y sigue hoy pegada a “archivos y bibliotecas” donde resuelve otros misterios como las causas de la brecha de género en el ámbito laboral. Claudia Goldin acaba de ganar el premio Nobel de Economía por proporcionar “el primer relato completo de los ingresos de las mujeres y su participación en el mercado laboral a lo largo de los siglos”, según la Academia Sueca.

Goldin fue pionera en resolver que la brecha salarial no es una cuestión de discriminación per se, sino que tiene que ver con la flexibilidad y la dificultad para conciliar la vida familiar con la laboral en los puestos de trabajo que ocupan las mujeres. Estudió el papel que desempeñaron durante 200 años mujeres estadounidenses en el mercado laboral para comprobar cómo se comportan los salarios en épocas de bonanza y de crisis.

Sus conclusiones y aportaciones sobre la brecha de género no se entienden sin su interés por la educación y la tecnología y la contribución de las mismas a los avances en igualdad, en cerrar la brecha entre géneros. Goldin estudió también el pensamiento de las mujeres ante su carrera profesional, encontrando diferencias por décadas que tampoco se entienden sin la “revolución silenciosa” de los años 70, década clave para los movimientos sociales y, por supuesto, el feminismo.

Goldin, tercera mujer en ganar el Nobel y la primera en hacerlo en solitario, nació en el barrio neoyorkino del Bronx en 1946 y creció con interés en las ciencias. Llegó a la universidad de Cornell para estudiar microbiología, pero allí descubrió lo que las Ciencias Sociales le podían ofrecer y terminó graduándose en Economía. En 1972 completó su doctorado en la Universidad de Chicago, sobre la organización industrial y economía laboral. 

Sus primeras investigaciones tratan sobre la esclavitud pero, en plena efervescencia del movimiento de liberación de la mujer, Goldin empezó a estudiar el papel de la mujer en el ámbito laboral. En 1990 publicó Understanding the Gender Gap: An Economic History of American Women (Comprendiendo la brecha de género: una historia económica de las mujeres estadounidenses).

“Lo que sea que investigues, elige un tema (teóricamente o de forma real) que te apasione. Te irás a dormir con ello y te despertarás con ello.

Más te vale amarlo o te odiarás a ti misma"

Claudia goldin, nobel de economía

“Lo que sea que investigues, elige un tema (teóricamente o de forma real) que te apasione. Te irás a dormir con ello y te despertarás con ello. Más te vale amarlo o te odiarás a ti misma. No puedo enfatizar más esto”, afirma la economista en un ensayo autobiográfico publicado en 1998 y titulado The Economist as Detective (El economista como detective).

Goldin afirma que se vio “consumida” por la historia de las mujeres en el mercado laboral. Para encontrar respuestas a sus preguntas, se convirtió en una detective de la historia del trabajo en Estados Unidos, ¿por qué aumentó la participación laboral femenina? ¿Qué supone estar ocupado? ¿Se está contabilizando en las estadísticas a todas las mujeres que trabajan? Todas estas preguntas y otras muchas ocuparon las horas de trabajo e investigación de la premio Nobel.

En 2006 publicó Corruption and Reform: Lessons from America’s Economic History (Corrupción y reforma: lecciones de la historia económica de América) donde analizó el descenso de la corrupción pública entre los años 1870 y 1920 y reivindicó el papel fundamental de la prensa. Dos años después vio la luz The Race between Education and Technology (La carrera entre la Educación y la Tecnología) donde demostró que el efecto de la educación sobre el mercado laboral ha ido cambiando a medida que ha aumentando la demanda de trabajadores cualificados.

Goldin es en la actualidad catedrática en el departamento de Economía de Harvard. Fue la primera mujer en obtener una plaza en ese departamento, en 1989. En los años 70 fue profesora de Economía en la Universidad de Princeton y dos décadas después lo fue en la Universidad de Pennsylvania. Asumió la presidencia de la Asociación Americana de Economía y durante casi veinte años fue la directora de la Oficina Nacional de Investigación Económica, (NBER, por sus siglas en inglés).

En 2014 impulsó el programa Undergraduate Women in Economics para incentivar a que más mujeres persiguieran su carrera en el ámbito económico. Su currículum está repleto de reconocimientos a sus labores como investigadora y economista. En 2019, viajó a España para recoger el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas. En varias entrevistas publicadas entonces en medios españoles, Goldin instaba a los hombres a contribuir al cierre de las brechas de género, desde el ámbito de los cuidados o de las tareas domésticas.

Su último libro publicado es Career and Family: Women’s Century-Long Journey Toward Equity (Carrera y Familia: El camino centenario de las mujeres hacia la equidad). La economista ha dedicado su premio a los estudiantes: “Estoy aquí porque tengo estudiantes. Mis estudiantes son mis musas. Son los individuos de los que dependo para que escuchen mis ideas y reaccionen a las mismas”, recoge la cuenta de Harvard, en Twitter.