La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre ha arrojado unos datos muy positivos para el mercado laboral. Tanto es así que hasta 10 provincias españolas habrían logrado el pleno empleo o tienen una tasa de paro que no supera el 8%. Sin embargo, sigue habiendo una brecha de género muy significativa: ellas sólo logran el pleno empleo en 4 provincias. El pleno empleo masculino es una realidad en 19.

El pleno empleo no significa que no exista un porcentaje residual de personas en situación de desempleo, pero es la cifra que se considera óptima y que supone una "completa utilización de los recursos productivos de una economía: es lo opuesto al paro", define el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Los economistas suelen calcular que este porcentaje se sitúa entre el 3 y el 4%, pero desde el Gobierno elevan ese porcentaje hasta el 8%. Tradicionalmente, la tasa de paro ha sido más alta en España que en otros países de la zona Euro. No obstante, fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos explican que el pleno empleo, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sitúa en el 8%, difiere entre países "y tiene que ver con la estructura laboral, no es un dato observado".

"En el caso de España se entiende que la cifra del 8% podría ser la tasa de desempleo estructural a la que se podría llegar con la inclusión de reformas que favorezcan una mayor y mejor adecuación entre oferta y demanda", explican las mismas fuentes.

Así, tomando como referencia el pleno empleo en el 8%, al que considera el Ejecutivo que debería aspirar la media nacional, Álava (6,66%), Baleares (7,15%), Bizkaia (7,63%), Burgos (7,67%), Gipuzkoa (6,51%), Lleida (7,71%), La Rioja (7,46%), Segovia (6,64%), Soria (8%), Tarragona (7,96%) ya han logrado el pleno empleo. Pero si se observan las cifras de paro femenino, sólo Álava, Baleares, Bizkaia y Gipuzkoa han llegado a ese objetivo.

Las cifras difieren mucho por comunidades autónomas. En la mitad de las provincias andaluzas el paro femenino supera el 20%. En Córdoba es del 27,23% y en Cádiz, del 25,95%. En Ceuta y Melilla también son muy abultadas las tasas de desempleo para las mujeres, en Ceuta es del 35,36% y en Melilla, del 20,4%. Los datos muestran que las diferencias entre sexos son de casi 10 puntos en el caso de la tasa de actividad, del 57,4% para los hombres y del 47,15% para las mujeres.

Tradicionalmente el paro femenino ha sido siempre más alto que el masculino y esa brecha no se ha cerrado en los últimos años, aunque sí se estrechó durante la pandemia. En el segundo trimestre de 2019, la diferencia de paro entre hombres y mujeres era de más de tres puntos. Un año después, la diferencia era de dos puntos, del 14,13% para ellos y del 16,72% para ellas. Con respecto a esas cifras, el paro se ha reducido en tres puntos para ellas (13,16%) y en cuatro puntos para ellos (10,19%).

La brecha de género no se refleja únicamente en la tasa de paro, también lo hace en la de inactividad. Los inactivos son personas de más de 16 años que no están ocupadas ni paradas, es decir, que no trabajan pero tampoco buscan empleo. Las mujeres en esta situación son 9,5 millones y los hombres son 7 millones. En esta categoría se contabilizan también los jubilados.

No obstante, es reseñable que más de 600.000 mujeres no trabajan en España por estar al cuidado de familiares, frente a los 60.000 hombres que se encuentran en esa situación.

Pese a esta realidad, la mejora del mercado laboral se ha producido en todas las comunidades autónomas. En todas ha bajado la tasa de paro y ha mejorado la ocupación en el segundo trimestre de este año. Por primera vez en la historia, en España hay más de 21 millones de ocupados.