Toca hacer balance. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones prometió a la Comisión Europea evaluar a corto plazo el impacto de las medidas prometidas y aprobadas en el marco del Plan de Recuperación, esto es, a cambio de la recepción de millones de fondos europeos. Y ha llegado ese momento, puesto que han pasado dos años desde que Escrivá pactó con los sindicatos mayoritarios y organizaciones de empresarios la revalorización de las pensiones con el IPC, y casi dos años desde que el Congreso aprobó esa primera parte de la reforma.

Según el informe resultado de esta evaluación, titulado Proyecciones de gasto público en pensiones en España y publicado por el Ministerio este martes, Seguridad Social está más que satisfecha con las medidas aprobadas. La edad de jubilación se ha retrasado hasta los 65 años, como se pretendía, tan solo a través de los incentivos a la jubilación demorada y los desincentivos a la anticipada. Los ingresos por cotizaciones sociales han aumentado un 10% este año. E incluso los ciudadanos han mejorado su opinión sobre el sistema de pensiones, según el CIS.

Con todos estos ingredientes, las previsiones a futuro son halagüeñas: los cuadros macro de Seguridad Social esperan que el empleo crezca sin pausa durante las próximas décadas, que el paro se reduzca (hasta el 5% de media en la década entre 2050 y 2060) y que la productividad mejore. El objetivo del Ministerio, aseguran desde el mismo, era estudiar qué está pasando con reforma aprobada en 2021, y ahora la valoración que hacen es que los incentivos están bien orientados puesto que han empezado a dar "buen resultado".

En Seguridad Social también destacan que se han recuperado las aportaciones al fondo de reserva -la previsión es terminar el año con 5.500 millones de euros- y que el déficit del sistema hace unos años estaba por encima del punto y medio, situación que "se ha ido revirtiendo". El año 2022 el déficit era del 0,4: claramente y ahora, "salvo catástrofes o eventos imprevisibles" esperan que se sitúe "en una senda de equilibrios" durante los próximos años. Por otro lado y para completar el conjunto de buenas noticias, la reforma de los autónomos, que salió adelante algo más tarde -el Congreso la aprobó el verano pasado- ha empezado a desplegarse este año "de manera pacífica, sin graves problemas".

Más de 300 personas retrasan su jubilación cada mes

De la reforma de los autónomos Seguridad Social no ha proporcionado datos cuantificables sobre esta pacífica aceptación por parte de los trabajadores afectados, pero sí ha remarcado las cifras con las que cuenta relativas a los efectos de la primera parte de la reforma. Así, Seguridad Social destaca que las personas que han retrasado su jubilación son ahora el 8,3% del total de quienes se retiran del mercado laboral, frente al 4,8% que suponían en 2021, cuando la reforma aún no había entrado en vigor (se aprobó en diciembre).

En concreto, este año se estarían registrando entre 300 y 470 jubilaciones demoradas cada mes del régimen de la Seguridad Social, más otras alrededor de 25 y 40 de las clases pasivas -un régimen especial para los funcionarios que accedieron a sus puestos antes de 2011-, salvo este septiembre, cuando estas han ascendido hasta las 180. Con la reforma, se aprobó que los trabajadores que decidieran retrasar su jubilación percibirían o bien una cantidad a tanto alzado, o bien un porcentaje adicional del 4% por cada año completo "extra" cotizado. Los datos apuntan a que la inmensa mayoría de los que están posponiendo su jubilación lo están haciendo buscando obtener ese cheque.

Las personas que se jubilan con dos años de antelación caen 28 puntos

"Los nuevos incentivos de demora y los cambios en la jubilación anticipada están modificando el comportamiento de los nuevos pensionistas y la edad efectiva ya es de 65 años", aplaude el informe. Es otro de los aspectos más cuantificados del mismo, puesto que en él se incide en que las personas que anticipaban su jubilación lo máximo posible (dos años) eran el 46% del total en 2021, mientras que el pasado año habían caído al 18%. Como resultado, la edad media de jubilación de este grupo, es decir, de quienes se jubilan antes de la edad legal, ha aumentado de los 63,5 años a los 63,9.

Con el conjunto de medidas aprobadas, Seguridad Social aplaude haber conseguido situar la edad de jubilación en los 65 años, casi medio año más que los 64,4 años de 2019 y que los 64,6 años de 2020. Lo que el Ministerio no ha cuantificado es hasta qué punto esas personas podrían estar retrasando su jubilación por la crisis, esto es, por la fuerte inflación y la pérdida de poder adquisitivo del conjunto de los trabajadores, aunque desde el mismo han reconocido que podría tener algo que ver.

Por otro lado, en el mismo informe Seguridad Social ha incluido el dato de cuál cree que será la revalorización que aplicará a las pensiones en el mes de enero, que estima que será del 4%. Según la ley, deben aumentarse lo mismo que marque el dato de inflación de entre noviembre del año pasado y este noviembre, es decir, que aún quedan dos datos de IPC (el de octubre y el de noviembre) por conocerse para poder saber el dato exacto. Pero previsiblemente no variará mucho de la cifra que maneja el Ministerio por lo que, como ya explicó este periódico, la pensión máxima subirá por primera vez en la historia por encima de los 3.200 euros al mes.