La reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) de este lunes se terminó convirtiendo en un gran campo de batalla entre los consejeros económicos de las comunidades autónomas y el Ministerio de Hacienda. Por un lado, por el modelo de financiación autonómica y la ausencia de la consellera catalana, que aseguraba estar manteniendo conversaciones bilaterales con el Gobierno; por otro, por la condonación de la deuda pactada con la misma comunidad, que aún no se ha concretado cómo se llevará a cabo. Las comunidades gobernadas por el Partido Popular hicieron frente común incluso con algunas socialistas, y recalcaron que no aceptarán que se negocie por otra vía con Cataluña.

Pero la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sabía que el encuentro sería complicado y llevaba varios ases bajo la manga: un 15% más de financiación para las regiones, hasta los 154.467 millones de euros; un objetivo de déficit más flexible, del 0,1% en lugar del equilibrio presupuestario previsto, y las promesas de que no se está negociando con Cataluña de forma bilateral, al menos de momento, y de que la condonación de la deuda autonómica afectará a todas las autonomías. Todo, con la mirada puesta en la aprobación de los presupuestos generales del Estado de 2024, porque el último objetivo de la reunión de este lunes fue convencer a los consejeros, sobre todo populares, de que el PP debe aprobar las cuentas que plantea el Gobierno porque lo contrario será peor para ellos.

"Hemos reiterado el compromiso del Gobierno para que la Administración Central asuma parte de la deuda de todas las comunidades autónomas de régimen común, estén endeudadas con el Fondo de Liquidez Autonómica
(FLA) o tengan endeudamientos con entidades financieras en la salida a los mercados. Les he retado a que leyeran lo que se ha firmado, porque el documento que se suscribió con ERC, el propio documento, dice que le será de aplicación este modelo de asunción de deuda al conjunto de las comunidades autónomas del régimen común. Que tengamos que estar escuchando que algunos se inventan que esto es un agravio con el resto de territorios porque lo que se hace con Cataluña no se hace con el resto… es gratuito y se hace buscando ruido y confrontación", reprochó Montero a los consejeros, que durante la mañana no escatimaron en críticas.

Montero redobla la amenaza del PP

El Gobierno ofrece así un pacto muy claro: perdonar parte de la deuda autonómica de todas y cada una de las regiones con el objetivo de que puedan salir a financiarse a los mercados financieros, y ampliar el margen de actuación de regiones y entes locales, a cambio de que sus presupuestos salgan adelante. Y el primer paso para eso son los objetivos de estabilidad, como se conoce el reparto del déficit entre subsectores, que el Gobierno ha puesto hoy sobre la mesa. ¿El argumento? Que así el Gobierno podrá garantizar que las CCAA dispongan de "autonomía fiscal" y, por tanto, financiarse en base a sus propios criterios, como ya hacen algunas de ellas.

La ministra asegura que las regiones tendrán que rehacer sus presupuestos

El PP venía amenazando con bloquear los presupuestos en el Senado, donde tiene mayoría absoluta, y a ese respecto Montero ha aclarado que si se produce ese bloqueo, las regiones no podrán contar con el margen que acaba de proponer Hacienda, puesto que entonces deberán cumplir el Plan de Estabilidad que se remitió a Bruselas en abril, que incluye objetivos más estrictos y por tanto suponen una exigencia mayor. Así, si el PP no acepta los objetivos de estabilidad que propone Hacienda, sus regiones tendrían que rehacer sus propios presupuestos. En ese mismo sentido ha recordado que lo que se aprueba en las cámaras son los objetivos de estabilidad, puesto que aprobar el techo de gasto es algo que solo corresponde al Gobierno del país.

Vista general de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) presidida por la vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda y Función Pública, en la sede del Ministerio. Carlos Luján / Europa Press

La financiación autonómica en los mercados, en el foco

Volviendo a la asunción -"prefiero decir asunción, aunque se le suele llamar condonación", ha dicho Montero- busca perdonar a las regiones la deuda que crearon en la crisis financiera y la medida se reviste de un relato muy concreto. El Partido Popular, entonces en el gobierno y con Cristóbal Montoro a la cabeza de Hacienda, no proporcionó los suficientes recursos a las comunidades autónomas, lo que obligó a estas a asumir un "endeudamiento extraordinario" que marcó un "antes y un después". Y es lo que el Gobierno ahora ha negociado resarcir con Cataluña, pero no solo para Cataluña.

"Lo que sí es un riesgo moral es que las comunidades autónomas se tengan que seguir financiando con el fondo de liquidez autonómico (FLA), que es algo excepcional. [La asunción de la deuda] va a permitir que las comunidades autónomas puedan ir saliendo a financiarse total o parcialmente a mercados a financiarse". Es decir, que el objetivo último del Gobierno viene a ser que las regiones se financien con normalidad en los mercados y no dependan de mecanismos extraordinarios. Tratando de mejorar la financiación de las autonomías y de evitar, asimismo, lo ocurrido en los años de la crisis económica, cuando su margen de actuación se redujo por las restricciones que se les impuso.

De esta manera el Gobierno busca conseguir garantizar que las comunidades dispongan de "autonomía fiscal" y puedan financiarse en base a sus propios criterios. Sin embargo, la condonación de la deuda -que no está claro cómo afectará a los territorios, tan solo que Hacienda tratará de tomar como referencia la población de cada CCAA, puesto que asumir porcentajes de deuda daría lugar a un trato desigual- tampoco tiene visos de ser un camino fácil. La consejera de Economía madrileña, Rocío Albert, recordó este lunes la postura de su gobierno: "Los que tienen [deuda] la deben pagar".

Hacienda empujará para convencerles de que es lo mínimo que deben aceptar dado el mayor esfuerzo que planea hacer la Administración Central, que asumirá el déficit que ahora flexibiliza para las regiones y entidades locales y que les permitirá tener un mayor margen fiscal. Precisamente el próximo año volverán a estar en vigor las reglas fiscales europeas, suspendidas durante los últimos años a causa del gasto sobrevenido por la pandemia y el incremento de precios por invasión rusa a Ucrania. Para las entidades locales también se ha flexibilizado la senda, y ahora el objetivo será alcanzar el equilibrio presupuestario, en lugar del 0,2% de superávit que estaba previsto para 2024, 2025 y 2026. Con el cambio, el objetivo de déficit de la Administración Central para 2024 pasará del 3% al 2,7%.