La patronal catalana Foment del Treball ha puesto deberes al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez: una rebaja del déficit que no puede abordarse a partir de seguir aumentando la presión fiscal. Justo en sentido contrario a lo anunciado por el presidente este miércoles, cuando confirmó que se mantendrán los impuestos extraordinarios a la banca y las energéticas.

"Uno de los elementos que se tiene que moderar en los próximos años es el gasto público" ha advertido el director de Estudios de Foment, Salvador Guillermo en la presentación del Informe de Coyuntura Económica de la entidad. Guillermo ha criticado además el aumento de la presión fiscal en España. En periodo 2019-2022 la presión fiscal ha subido un 2,9 puntos del PIB en España, frente a los 0,2 puntos de la media europea y los 0,5 de la zona euro.

Hay que sostener el gasto público de forma razonable, no solo pensando en solución fácil de subir impuestos

"Subir impuestos hoy es perder oportunidades de crecimiento mañana" ha advertido Guillermo, quien ha abogado por aumentar la presión fiscal luchando contra el fraude, no a base de nuevas figuras impositivas. "No podemos seguir tensando los ingresos subiendo presión para compensar un déficit público que se reduce poco" añadía.

En este contexto, el director de Estudios de Foment ha sido especialmente crítico con los "impuestos extraordinarios" creados por el Gobierno para gravar los beneficios de la banca y las energéticas o las grandes fortunas. Guillermo ha cuestionado que estos impuestos "sean permanentes o se alarguen". Ha defendido la necesidad de "buscar una fiscalidad competitiva" y "hacer posible el mantenimiento de gasto público de forma razonable, no solo pensando en solución fácil de subir impuestos". Una fórmula que ha comparado con seguir "ordeñando" a los sectores productivos, que a su juicio "han perdido competitividad" en el último año.

Impuesto de Patrimonio

El directivo de Foment ha criticado también la permanencia del Impuesto de Patrimonio, que el Gobierno ha reforzado frente a las deducciones aplicadas por las comunidades autónomas gobernadas por el PP. Guillermo ha recordado que esta tasa "se creó en 1979 como un impuesto censal" y lamenta que "no tiene lógica mantener figura tributaria que no existe en el resto de Europa; a ver si nos homologamos" con estados europeos "que son más redistributivos que España" sin esta figura.

Guillermo ha insistido en la necesidad de tener una fiscalidad competitiva, "no podemos pensar que estamos solos en el mundo" y ha advertido que los efectos redistributivos del Impuesto de Patrimonio "son ridículos y los efectos secundarios muy perjudiciales", para concluir que este impuesto "no puede subir más.

Pérdida de competitividad

El estudio de Foment destaca también la "pérdida de competitividad española vía precios". Pese a que el aumento de los tipos de interés ha frenado la escalada inflacionaria, el IPC español (+3,5%) supera al europeo (+2,9%) lo que sumado al aumento de los costes laborales, sobre todo por la actualización de los salarios, proyectan nubarrones sobre las perspectivas económicas.

Guillermo ha advertido además que el menor crecimiento previsto para el próximo año ralentizará también la reducción del paro. Y ha reclamado, además de una reducción de la presión fiscal, una mejor gestión de los Fondos Next Generation. "Hay que aprovechar mejor los recursos de los Next Generation" para afrontar la transformación de la economía, ha advertido, señalando las oportunidades que ofrecen la economía verde y la revolución de la Inteligencia Artificial.