Las tarjetas 'revolving' han sido siempre un producto muy vigilado por las asociaciones de usuarios. En 2023, el tipo de interés TAE de las tarjetas 'revolving' en España experimentó una leve caída, al tiempo que se estrecharon sus diferencias respecto al resto de tarjetas de crédito, según se desprende del VII Barómetro sobre las tarjetas 'revolving' que elabora Asufin. A pesar de esta caída, hay entidades que aún tienen unos intereses muy altos.

Frente a la tendencia general a una ligera bajada, la Tarjeta WiZink Oro ha visto cómo sus tipos se han disparado con respecto al año anterior, pasando de 558,33 euros a 651,39 euros del año pasado. Con ello, vuelve a un nivel muy similar a los 660,66 euros que se pagaban en junio de 2020, mostrando un retroceso muy importante con respecto a la tendencia a la baja que había marcado históricamente esta tarjeta, paradigma de las malas prácticas de este tipo de producto por sus intereses muy elevados.

La tarjeta 'Después Oro' de BBVA tiene una TAE del 24%; la 'Visa & Go' de CaixaBank, con un 22,42%; y la 'Oro' de WiZink, con un 21,99%. La tarjeta 'Visa Proyecta', de Abanca, se sitúa como la más barata entre las 'revolving, con una TAE del 11,85%.

Aunque esta tarjeta sí ha realizado algunos cambios importantes en su forma de pago, ya que no permite el pago en cuota mínima, aquella que solo cubría intereses y dejaba un mínimo remanente para amortizar capital, la subida pone en mayor riesgo al consumidor, que tarda en pagar esta deuda para una cuota de 25 euros al mes 6 años y 7 meses, 1 año y 10 meses más que la media de las tarjetas.

En términos generales, la TAE de este tipo de productos se situó el año pasado en el 21,07%, frente al 21,15% del año anterior. Asimismo, la diferencia con respecto al resto de tarjetas de crédito ha pasado a ser de 2,88 puntos porcentuales en 2023, frente a los 3,15 puntos del año anterior. Este estrechamiento se produce tanto por la bajada de las 'revolving' como por la subida del resto de plásticos.

Según cálculos de Asufin, la caída en el TAE de las tarjetas "apenas influye en el coste global". De esta forma, para una deuda de 1.000 euros, a pagar a 25 euros al mes, solo supone un descenso de 68 céntimos en el interés, llevando el coste total a 468,87 euros, a pagar en casi cinco años.

La asociación también ha criticado la contratación de seguros de protección de pagos en caso de fallecimiento u otras circunstancias externas. Este coste variable, que depende de la cantidad pendiente de pago eleva en casi 11 puntos porcentuales la TAE y "deja muy poco margen para descontar capital", provocando que las operaciones se alarguen.