Ni el Gobierno, ni el Banco de España, ni la OCDE, ni la Comisión Europea, ni tampoco la AIReF. La economía española ha superado todas las expectativas de crecimiento este 2023 al sumar el PIB un 2,5%, por encima de las proyecciones de todos los analistas macroeconómicos, salvo el FMI. En un trimestre complicado por la incertidumbre y la debilidad en Europa, la sorpresa ha sido que el PIB ha crecido un 0,6%, en un importante cambio de tendencia tras la desaceleración de la actividad de los últimos meses, lo que supone el doble de lo que creció en verano -datos que ahora se han revisado-. Es, además, la primera aceleración del PIB tras un año de ralentización que hacía temer una recesión este invierno.

El INE ha vuelto a corregir al alza los datos de PIB de los trimestre anteriores, algo común a lo largo de los últimos meses. En esta ocasión, ha mejorado en una décima el crecimiento del segundo trimestre de 2023 (hasta el 0,5%) y otra el del tercero (hasta el 0,4%). Como resultado, el PIB fue mayor de lo inicialmente calculado en los últimos trimestres y eso ha permitido crecer en el conjunto del año ese 2,5%.

De este modo, el crecimiento fue algo menos de la mitad que el del año anterior, pero en línea con los crecimientos anuales registrados antes de la pandemia. La crisis del coronavirus llevó a la economía del país a caer un 11,3% en 2020, a lo que le siguieron dos ejercicios de crecimiento similar, del 6,4% y 5,8%, respectivamente. Y este 2023 el crecimiento ha ido de menos a más, con un primer semestre de fuerte dinamismo y creación de empleo y un segundo de mayor parón… hasta el final del año, cuando se ha compensado este pobre desempeño.

"Este dato nos sitúa en un punto de partida ventajoso para en 2024 poder cumplir el objetivo de crecimiento", ha asegurado el nuevo ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, en declaraciones enviadas a los medios de comunicación, cuando también ha recordado que se espera que España "sea la gran economía que más crezca de la zona euro no solo en 2023 sino también en 2024". A día de hoy el Ejecutivo espera que el PIB avance un 2% el próximo ejercicio, más o menos en línea con el resto de organismos.

De su lado, el también recién nombrado secretario de Estado de Economía, Israel Arroyo -hasta 2021 secretario de Estado de Seguridad Social-, ha destacado que España ha crecido cuatro veces más que la media de la zona euro y por encima del resto de grandes economías vecinas, ya que en el mismo ejercicio Francia ha sumado un 1%, Alemania un 0,4% e Italia un 0,8%. El crecimiento medio de la zona euro ha sido de un 0,6%.

La demanda nacional impulsa la economía

Según los datos avanzados del INE, que el organismo confirmará en unos meses, la demanda nacional (consumo e inversión) fue la responsable de la mayor parte del crecimiento del año, pese a la subida de tipos de interés que provocó la moderación del consumo privado. La demanda nacional aportó 1,7 puntos al avance del PIB, cifra 1,2 puntos inferior a la de 2022, mientras que la demanda externa (exportaciones, sobre todo) contribuyó con ocho décimas, 2,8 puntos por debajo del ejercicio anterior.

"Todo esto hace reflejo de la buena posición en la que parte la economía española en 2024. La economía española está creciendo a ritmos altos a la vez que realiza una transformación profunda en su estructura productiva, que tiene que ver con la digitalización pero también con un menor peso del sector exterior, y al tiempo que se protege a los hogares. Creo que todo esto demuestra que el modelo económico está funcionando", ha valorado Arroyo.

Atendiendo a lo ocurrido en el cuarto trimestre, se registró un avance a pesar del estancamiento del consumo de los hogares, que subió un 0,3% frente al 1,2% del tercer trimestre, mientras que la inversión empresarial se desplomó un 4,8%. De su lado, las exportaciones se recuperaron y aumentaron un 2,9%, mientras que las importaciones avanzaron un 2,7%. Por sectores, todo registraron incrementos trimestrales: del 5,3% para las ramas primarias, del 2,4% en el caso de la industria, del 0,6% para la construcción, y del 0,2% para los servicios. Por su parte, el valor del PIB a precios corrientes se situó en 2023 en 1.462.070 millones de euros, un 8,6% más que en 2022.