Los riesgos pueden prevenirse, tratar de evitarse y controlarse. Pero se llaman así, precisamente, porque a veces, pueden escapar al escrutinio de los más sofisticados sistemas de prevención. Algo así, aseguran varias fuentes financieras, ha ocurrido en el Banco Santander con la cuenta que utilizó Irán para burlar las sanciones que una compañía petroquímica controlada por el régimen del país tenía impuestas por parte de Estados Unidos. Las cuantías de las transacciones y que la cuenta estuviera a nombre de un particular, que ha resultado ser un testaferro, hicieron que en un primer momento pasara desapercibida.

“No es que la normativa sea menos exigente para el control de blanqueo de capitales para las cuentas de particulares”, explica un ex directivo del sector bancario a este periódico, “pero un particular moverá, en principio, cuantías menores que las que puede mover una empresa”, añade. La cuenta domiciliada en el Banco Santander UK estaba a nombre de Abdollah-Siauash Fahimi, único accionista de la microempresa Pisco UK.

Como publicó El Confidencial, Pisco UK recibió una transferencia de 18.300 euros proveniente de la empresa china Black Tulip, ambas eran empresas pantalla de la compañía iraní Petrochemical Commercial Company (PCC). La petroquímica fue sancionada por Estados Unidos en 2018 y está acusada de formar parte de una red que genera ingresos para la Guardia Revolucionaria de Irán.

Para descubrir que la cuenta que Fahimi había creado para Pisco UK era la de una empresa pantalla que garantizaba esos ingresos era necesaria una investigación que no entra dentro de los protocolos de seguridad de ningún banco. Fuentes del sector bancario indican que el hecho de que hubiera hasta dos sociedades de este tipo con sus correspondientes testaferros dificultó que Santander pudiera detectar alguna irregularidad. 

Además, las cuentas de Pisco UK a las que ha tenido acceso este periódico, muestran que los saldos que la microempresa tenía depositados en el Santander eran “moderados”, “razonables para una sociedad de este tipo”, indica un experto en contabilidad y regulación bancaria. “Sorprende que por esas cantidades se levante este revuelo, no sé qué vas a financiar con 17.000 libras”, comenta irónicamente la misma fuente.

Descartan sanciones

Todas las voces consultadas por este periódico descartan que Santander tenga que hacer frente a sanciones por este caso. “Hay unos mecanismos de prevención, la entidad no se ha lucrado ni ha colaborado activamente para que esa empresa evitase las sanciones”, comenta una de las fuentes. En la misma línea se pronuncian el resto, el banco es “una institución seria” que ha seguido con los protocolos que marca la normativa, “pero estas cosas pueden pasar”, añaden.

La entidad no se ha lucrado ni ha colaborado activamente para que esa empresa evitase las sanciones de EEUU"

Fuentes conocedoras de la investigación confirman que esa cuenta ya fue cerrada por el Santander. El experto en regulación financiera añade que el supervisor bancario de Reino Unido tampoco alertó a la entidad de que el cliente de Santander UK tenía otras nueve sociedades, algunas de ellas con mayor actividad que Pisco, como es el caso de Aria Associates, cuya cuenta estaba en el banco Lloyds. “Esto es una responsabilidad bilateral”, indica. Este hecho, indica esta fuente, ayudaría al Santander a defender su actuación ante una posible investigación, pero añade que las cuantías que se transfirieron a la cuenta iraní no pueden suponer una gran multa para la entidad.

Desde la entidad subrayan que “Banco Santander no ha incumplido la normativa estadounidense sobre sanciones impuestas a terceros de acuerdo con nuestra investigación. El banco cuenta con políticas y procedimientos para asegurar que se cumplen los requisitos relativos a las sanciones. Santander continuará colaborando proactivamente con las autoridades británicas y estadounidenses pertinentes”.

Impacto en bolsa

La noticia causó un perjuicio de 3.000 millones de euros en bolsa para el Banco Santander el lunes, cuando el Financial Times publicó la información. La entidad recuperó parte del valor de sus acciones este martes con una subida del 1,71%.

El banco presentó resultados récord correspondientes a 2023, con un beneficio superior a los 11.000 millones de euros, que hicieron revalorizarse el precio de sus acciones