La Comisión Europea ha decidido mantener invariables sus previsiones de crecimiento para la economía española este invierno. Considera que el PIB nacional avanzará un 1,7% este año y un 2% el próximo, apoyado en señales contradictorias: por un lado, el turismo y la débil situación de las exportaciones limitará el crecimiento, pero el consumo y la inversión continuarán impulsando la economía, y eso que la subida de los tipos de interés se hará notar. Sin embargo, las malas noticias esta vez llegan del frente europeo: Bruselas ahora cree que el crecimiento de la zona euro no superará el 0,8%, pese a que en otoño pronosticó un 1,2%.

"En 2023, el crecimiento se vio lastrado por la erosión del poder de compra de los hogares, por el endurecimiento de la política monetaria y por la retirada parcial de las medidas de apoyo fiscal y la caída de la demanda externa. Tras evitar por muy poco una recesión técnica en la segunda mitad del año, las perspectivas para la economía de la UE en el primer trimestre de 2024 siguen siendo débiles. Sin embargo, esperamos que la economía acelere de forma gradual este año. Conforme la inflación continúa bajando, el crecimiento del poder de compra y la resiliencia del mercado laboral deberían suponer un apoyo para un rebote en el consumo. A pesar de la caída de los márgenes de beneficio, la inversión debería beneficiarse de la relajación de los tipos de interés y la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Además, el comercio con socios extranjeros se espera que se normalice después de un año débil. Se espera que la senda de crecimiento se estabilice en la segunda mitad de 2024 y hasta final de 2025", explica.

El consumo de los hogares impulsará el crecimiento en España

El consumo privado y la inversión, aunque en menor grado, fueron los principales impulsores del crecimiento de la economía española el año pasado. Este año influirán los factores ya mencionados, como la débil situación de las exportaciones españolas, y también la subida de tipos de interés que golpeará a hogares, aunque este siga siendo el principal sostén del crecimiento. "En principio, ese consumo privado se espera que se vea apoyado por las mejoras de ingresos de los hogares y también por el uso parcial del aún alto nivel de ahorro de los mismos", explica la Comisión.

Por otro lado, entiende que después del "boyante" año que ha experimentado el mercado laboral, este año su crecimiento se desacelerará, pero todavía continuará a sostener la actividad económica. Y la inversión dependerá mucho de la implementación del Plan de Recuperación. En 2025, Bruselas espera que el PIB vuelva a acelerar hasta crecer un 2%, que tampoco ha revisado.

La inflación se moderará más de lo previsto en España

De su lado, la inflación, que ya se desaceleró hasta el 3,4% en 2023 frente a un histórico 8,6% de 2022 -dato no visto desde los años 80-, debería continuar relajándose este año. "Se espera que la inflación se modere más este año, alcanzando el 3,2% de media, esperamos que continúe la tendencia descendiente actual de la subyacente en los próximos trimestres", aseguran.

Pero al mismo tiempo la retirada de las medidas implementadas para mitigar el impacto de la inflación, sobre todo de la energética, aportarán algo más de presión en los precios. La Comisión espera que la inflación descienda hasta el 2,1% en 2025.