Las incógnitas sobre la voracidad del fuego en el edificio incendiado en Valencia se mantienen sobre la mesa. La tragedia que ha causado al menos diez fallecidos aún tiene a los expertos e investigadores en vilo. El edificio, construido en la primera década del siglo, fue pasto de las llamas en apenas unos minutos. La promotora Fbex presumía en un vídeo de las calidades de los materiales y el novedoso revestimiento exterior. La compañía catalana acabó quebrando poco tiempo después, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Pero la empresa constructora, también fue víctima de la crisis del ladrillo y acabó siendo disuelta. Según antiguas imágenes del edificio durante la fase de construcción en el año 2008, la empresa encargada de levantar el inmueble habría sido Uicesa, una de las grandes compañías del sector por aquella época. Se trata de una antigua filial de la constructora OHL (ahora OHLA) especializada en edificación de viviendas.

La compañía estaba controlada por el empresario Juan Cortezo, accionista de la misma desde 1995 con un 20% del capital. Pero seis años después compró el 80% restante a la compañía que entonces dirigía Juan Miguel Villar Mir.

En 2006 se inició la fusión con Ploder, otra constructora controlada por la familia Gálvez. Su presidente, Luis Gálvez Murcia, se quedó también con la presidencia del grupo resultante, mientras que Cortezo asumió el puesto de consejero delegado.

Aunque apenas dos años después, cuando el edificio de Valencia estaba aún en construcción, abandonó las responsabilidades ejecutivas en la que se había convertido en la décima constructora española por cifra de facturación. Durante los siguientes años, la compañía tuvo que negociar con sus acreedores, entre los que se encontraban Cajamar, Santander, BBVA, el entonces Banco Popular o Caja Madrid. En febrero de 2010, el grupo se declaró en concurso con una deuda de más de 300 millones.

Durante aquella época, la compañía saltó a los medios de comunicación también ante la protesta de varios trabajadores de una subcontrata en una obra en Pozuelo de Alarcón, a la que el grupo adeudaba 150.000 euros. Los tres se subieron a una grúa de 40 metros de altura y uno de ellos -encofrador- permaneció nueve meses encaramado a la misma.

Pero la crisis inmobiliaria y la consecuente falta de obras impidió a la empresa cumplir el convenio de pago con los acreedores, por lo que terminó solicitando la liquidación de la compañía. El plan de viabilidad contemplaba que el volumen de obra nueva contratada entre los años 2011 y 2013 debía ascender a 260,3 millones. Pero la realidad es que la contratación de ese periodo fue de únicamente 1,25 millones, según la su solicitud de liquidación enviada al juzgado y recogida por Cinco Días.

El Juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid dictó hace apenas un mes el auto de conclusión del concurso, que marca la finalización de la fase de liquidación, según la información publicada en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme).

Al margen de constructora y promotora, la empresa que sigue en marcha es el estudio que se encargó del diseño del inmueble: Nebot Arquitectos. "Hace 20 años. ¿Cómo voy a saber? No sé nada. Cuando haya una investigación podremos verlo", ha asegurado el arquitecto y director, Francisco Nebot, a Antena 3.

El estudio tiene sede en Valencia y una trayectoria de más de cuatro décadas de proyectos. En el ámbito residencial destaca el diseño de la torre Navis, con 162 viviendas en la localidad de Mislata. Se levantó también de la mano de la promotora Fbex y su revestimiento exterior es muy similar al del edificio siniestrado en Valencia. Los expertos señalan la velocidad a la que se propagó el fuego por la fachada del edificio.